En la Administración de Loterías ubicada en la Plaza de España de Mérida también se ha notado la disminución en las ventas de apuestas por la situación económica actual, dice Raquel Solís, la titular y vendedora de este establecimiento, que exactamente no puede decir la cantidad en la que ha descendido. "Las ventas han bajado con respecto al tema de la crisis" asegura y que esta caída se ha notado de forma generalizada, ya que no hay ninguna lotería que haya despuntado más su disminución.

La apuesta más vendida es la primitiva de jueves y sábado, y en menor medida la lotería y la quiniela de fútbol.

En este sector no hay edad media exactamente, "puede venir un chico de 20 años ha echar la quinigol, como un señor de 90 a comprar su bonoloto todos los días".

Pese al descenso de ventas, reitera que desconoce el gasto medio por persona, igual uno puede invertir 30 euros semanales, como otro que se gasta un euro al día. "Esto es muy imprevisible, porque algunos tiene sus peñas de 15, 20 o 30 euros", afirma la vendedora.

Asimismo, comenta que el mismo cliente que hace meses se gastaba 30 euros, ahora invierte 15 euros en apuestas más o menos, ya que muchas personas han recortado en la mitad de dinero aproximadamente, aunque hay gente que no aceptado aún la crisis o no le afectado directamente. Se puede decir que este negocio muchas veces depende de la economía disponible de cada individuo, declara.

"De vez en cuando he dado algún premio, pero más tendría que dar en esta época, para arreglar la vida a mucha gente, sobre todo a los que más lo necesitan", dice Raquel, aunque el "gordo" no lo está dando todas las semanas, asegura.