Tres días después del inicio de los combates, el parte de bajas de los aliados registra un hecho paradójico: la mayoría de las víctimas de la coalición anglo-norteamericana han sido ajenas al fuego iraquí. Los fallos técnicos o humanos --dos accidentes de helicóptero se han cobrado 19 muertos-- se han convertido en su peor enemigo.

Así, hasta la fecha, la operación más trágica se produjo el viernes al estrellarse en Kuwait un helicóptero de ataque y de transporte de tropas y de material bélico. Fallecieron los 12 marines a bordo: cuatro estadounidenses y ocho británicos.

Ayer, otros siete soldados aliados (seis británicos y un norteamericano) murieron en otro accidente al colisionar dos helicópteros Sea King de la Royal Navy. Los dos aparatos chocaron en el aire cuando sobrevolaban aguas internacionales en el golfo Pérsico, alrededor de las 4.30 horas (6.30 en España).

El Ministerio de Defensa británico, tras confirmar que no había habido supervivientes, aseguró que se trató de "un accidente" y no de una acción de las fuerzas iraquís.