Tras llegar a la política por casualidad, Pedro Cañada --que había estudiado Filosofía-- fue uno de los primeros senadores extremeños. Candidato de UCD por Cáceres, aquel 15 de junio de 1977 lo pasó en su pueblo (Calzadilla), "porque quería estar con los míos fuera cual fuera el resultado", asegura.

Y el resultado fue toda una fiesta: "Me llamaban para decirme que iba muy bien y después salí con mis paisanos a los bares a celebrarlo", evoca. Un ambiente libre de conflictividad que sería el preludio de una época de ilusión y esperanza.

"Estaba convencido de que era posible cambiar esta región, si bien aunque hemos progresado, seguimos a la cola en muchos casos". Sin embargo, Cañada permanece en la política al frente de Extremadura Unida, porque "creo en lo que hago, aunque no se cumpla".