Tal vez fue por el tiempo, una lluvia insistente que durante la mañana ahuyentaba a la gente de la calle. Porque pese a que una buena parte de los usuarios de móviles se quedaron colgados, sin línea durante horas, casi con síndrome de abstinencia, no se producían colas en el centro de las ciudades ante las cabinas de teléfono tradicionales, aquellas que casi nadie utiliza ya. Sencillamente, en la lluviosa mañana de ayer se dejaron de hacer millones de llamadas.

Para muchísima gente, el apagón de su móvil fue un perjuicio. Vendedores y representantes que no trabajan desde un despacho, médicos que fueron ilocalizables en su número privado de urgencias, jefes de periódicos que buscaban infructuosamente a sus reporteros para enviarles a cubrir una noticia; de repente, todo el mundo se dio cuenta de la orfandad de no tener móvil.

"Es horroroso. Cuando inventan un aparato así, ya no podemos vivir sin él", constataba Sara, delegada en Barcelona de Shiprovision, una empresa de abastecedores de buques. Su solución, hasta las cuatro de la tarde fue "apenas salir y hacer todas las llamadas desde la oficina", señalaba.

EL GRAN CAOS

Pero otros no tenían el despacho cerca, o ni siquiera disponen de una oficina con teléfono fijo. Como los chóferes de los taxis, que concerta sus viajes por un número móvil de Vodafone. "Te sientes un poco impotente, como si no tuvieras el móvil. Estaba en el aeropuerto esperando a un cliente fijo y no podía encontrarlo", explicaba un conductor de taxi.

Más indignados se mostraban Jean-Louis Brousseau y Pedro José López. El primero es gerente de Cincos, una empresa de cosméticos. "Tenemos 12 teléfonos móviles, todos de Vodafone. O sea, nos ha fastidiado mucho, porque hemos estado toda la mañana sin poder conectar con los vendedores. Además, estamos preparando un congreso y nadie me ha podido localizar", cuenta Brousseau, que en vano intentó llamar al 123, el servicio al cliente de Vodafone.

PEDIR INDEMNIZACION

También López, de la firma Europlataformas, intentó llamar a ese número: "Como no había manera, les envié un correo electrónico pidiendo explicaciones y una indemnización. Es la segunda vez que me pasa en un año, y he perdido en una mañana servicios que podríamos haber hecho. Que me paguen algo, porque además soy buen cliente de Vodafone".

En la bolsa de Londres, Vodafone subió ayer por la mañana un 2,41 por ciento. Y en la de Madrid, la competencia, Telefónica Móviles, bajó un 1,16 por ciento. O sea, no supo aprovechar el apagón de la operadora rival de telefonía móvil.