«Cuando se les

da un móvil es

buen momento para pactar»

La mayoría de los dispositivos informáticos tienen controles parentales pero eso no significa ni que los padres los usen ni que los menores los acepten. «Siempre existe el dilema entre la seguridad y la comodidad. Las herramientas de control parental han evolucionado bastante y son más fáciles de usar», recuerda Manuel Ransán, coordinador del grupo de menores del Instituto Nacional de Ciberseguridad (Incibe).

Este organismo tiene publicadas en su web algunas de las más efectivas. «Las herramientas de control parental, cuando los niños son pequeños, permiten un seguimiento y una supervisión sobre lo que hacen, establecer normas de horarios y programas, pero es mejor que se usen de modo consensuado», dice.

«Cuando se les da a los niños un móvil o una tableta es un buen momento para empezar a introducir los pactos familiares. Estamos dando ventanas a un mundo con claros y oscuros, y pueden haber problemas y contenidos no apropiados. Son cosas que requieren un esfuerzo por ambas partes», aconseja Ransán. El psicólogo Javier Alonso De la Torre apuesta por equiparar el control parental al que se ejercería con los hijos en la vida real. «Cuando tu hijo viene con un amigo a casa o sale por ahí, tienes un control, pues igual».

Actualmente el riesgo entre niños y adolescentes está más en la dependencia del móvil y en su capacidad para abstraer a los niños de otras tareas. El uso excesivo se incrementa con la edad, según <i>Net Children Go Mobile</i>. Entre los de 12 y 13 años, el 25% de niños y niñas admiten tener problemas para despegarse, mientras que entre 15 y 16 llegan al 65%.