Sobreesfuerzo físico, depresión, exceso de ruido, presión, y choques o golpes contra un objeto inmovil son las causas más frecuentes de bajas laborales por accidentes; pero, también las hay por por otros motivos, como mordeduras o patadas de personas o animales. Sin ir más lejos, el pasado año se registraron en la región 274 casos de bajas laborales por esta última cuestión, por recibir un mordisco o una patada mientras estaban trabajando.

Sin embargo, casi cuatro de cada diez bajas laborales son consecuencia de un excesivo esfuerzo físico, de algún trauma psicológico, de radiaciones o debido a un nivel de ruido elevado (6.000 casos en el 2008). A este respecto en España estas circunstancias también son las más numerosas. Le siguen los choques o golpes contra un objeto inmovil (casi 3.900 bajas laborales); chocar o golpearse contra algún objeto en movimiento (2.133 sucesos); y el contacto con material cortante (1.617 casos).

Además de estas causas más frecuentes, los datos del Ministerio de Trabajo reflejan que a lo largo del pasado año se registraron 475 bajas por descargas eléctricas, quemaduras y el contacto con sustancias peligrosas; 562 sucesos en los que personas quedaron atrapadas, fueron aplastadas o sufrieron una amputación. Asimismo, hubo 345 casos por accidentes de tráfico; 29 por infartos o derrames cerebrales y 45 debidos a casos de ahogamiento o por personas sepultadas.

La mayor parte de estos accidentes se producen en el sector servicios y en la construcción. A este respecto, siete personas perdieron la vida el año pasado en la región mientras trabajaban en este último sector; mientras que, pese a que en la agricultura es donde menos accidentes se producen, los que hay suelen ser de graves consecuencias. No en vano, el pasado año cinco extremeños murieron cuando realizaban labores en el campo.