Las ayudas europeas a la producción de tomate de industria se reducirán un 60% en las dos próximas campañas, según las estimaciones que baraja el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (Mapa) al estar España superando reiteradamente el cupo máximo de producción fijado por la Unión Europea (UE), que es de 1.200 millones de kilos. El notable incremento de la producción se debe fundamentalmente a Extremadura, cuya cosecha se ha duplicado en seis años, genera el 80% del volumen nacional y se han abierto cinco nuevas fábricas en las últimas cuatro campañas, lo que ha supuesto un enorme esfuerzo inversor por parte de los propios agricultores.

A esto hay que unir el mensaje que circula ya y que apunta a una nueva bajada en el precio por kilo que pagan las industrias a los productores para el próximo año, lo que ha generado ya un clima de intranquilidad en el sector. Hasta tal punto que esta semana la Unión Extremeña de Cooperativas Agrarias (Unexca) ha recomendado a todos los productores de tomate que "eviten compromisos de arrendamientos e inversiones en maquinarias y suministros debido a esta incertidumbre".

PREOCUPACION EVIDENTE "La preocupación del sector es evidente", explica José Cruz, dirigente de la Unión de Pequeños Agricultores-Unión de Campesinos Extremeños (UPA-UCE). Pero no sólo del campo. "El tomate no es sólo un tema del agricultor sino de la economía comarcal en su conjunto. En pueblos como Don Benito, Villanueva de la Serena, Miajadas o Santa Amalia la producción de tomate está generando un desarrollo económico y de empresas auxiliares muy importante". Este dinamismo puede verse interrumpido si el cultivo deja de ser rentable.

Extremadura produce unos 1.800 millones de kilos pero transforma unos 2.000 millones, ya que trae tomate de otras regiones y Portugal. En total, España cosecha 2.750 millones de kilos, el 10% del total mundial y un 22% más que en el 2004. Los ingresos del productor se dividen entre la ayuda comunitaria --este año ha sido de tres céntimos por kilo, pero bajará a uno en el 2007-- y el precio que paga la industria por el tomate, que ronda los 5 céntimos, aunque alguna fábrica ha bajado. El sector recibirá este año en ayudas unos 55 millones de euros.

Cruz urge que la reforma del sector se haga ya y no en el 2008, cuando está prevista. "La reforma tiene que garantizar la sostenibilidad de las inversiones que el sector ha realizado en nuevas industrias, riego por goteo, etc.", explica y apunta a los precios a la baja que pagan las industrias. "Los precios que estamos teniendo son absolutamente ruinosos". En su opinión, la reforma tiene que acabar con el sistema actual de "fuertes penalizaciones".

De las 14 industrias que hay en Extremadura, cinco son de los agricultores (cuatro de nueva creación y una reflotada). Lógicamente, los industriales del sector de toda la vida tienen una visión diferente de la situación. "La situación es dramática. Nunca en 20 años hemos visto una situación igual, nunca", explica el gerente de una industria no gestionada por agricultores. "Si el agricultor pierde ayudas tenderá a pedir más por el tomate y yo no se lo puedo pagar. Yo no puedo pagar más por la materia prima que lo que paga una industria italiana porque si lo hago estoy fuera del mercado", afirma este directivo, que prefiere no dar su nombre.

"Sobra mucho tomate concentrado en el mundo. No se puede producir para almacenar, hay que producir para vender. Se ha producido mucho tomate que no se puede vender. La mitad del stock mundial está en España", añade. Este directivo piensa que España está en un atolladero y el primer paso para salir de él es reducir la producción para reactivar el mercado del producto final y así poder amortiguar el descenso de las ayudas. Industrias y productores han pactado una reducción de la cosecha del 20% para el 2006, aunque hay quien piensa que debería ser del 40%. "Lo básico es el mercado, que es lo que te da de comer. Luego ya habrá que reformar el sector", añade.

El tomate se ha convertido en los últimos años en un sector refugio , al que han llegado agricultores huyendo de otros cultivos. "El tomate no puede pagar la factura de todo", afirma. "¿Quién paga la cuenta de todo esto? Sobra tomate. El precio del concentrado está por los suelos", concluye esta fuente.

Juan Puerto, presidente de Unexca y de la fábrica Tomalia de Santa Amalia, asegura que "el principal problema al año que viene es la reducción de la ayuda", lo que va a exigir rendimientos por hectárea muy altos. Aun así, lo ve negro. "El 2007 va a ser criminal y se va a ir al traste el tomatero de toda la vida".

POSICION DE LA JUNTA Antonio Cabezas, director general de Política Agraria Comunitaria de la Junta, asegura que el sector ha sido "muy dinámico y competitivo" (se ha pasado de 15.300 a 29.600 hectáreas entre 2000 y 2005), pero "existe un problema, que es la baja cuota de España", que hace a Extremadura incurrir en elevadas penalizaciones.

Cabezas cree que "la situación puede cambiar" si se adelanta la reforma del sector o si el año que viene Italia (primer productor europeo) sufre un bajón en la cosecha. Esto haría que Europa no superara su cuota de producción y no habría penalizaciones para ningún país. Asegura que el tomate puede verse dañado por la llegada de a este sector de agricultores de otros cultivos ya reformados y que cobran una ayuda desacoplada, lo que les permitiría amortiguar una caída de primas del tomate.