La partida de prestaciones por desempleo es la que registra un incremento más importante en los presupuestos del Estado para el 2009, del 24,3%, para dar respuesta al fuerte aumento del paro que espera el Gobierno. Según el proyecto de presupuestos que el vicepresidente económico, Pedro Solbes, presentó ayer en el Congreso de los Diputados, el número de parados aumentará en 540.000 personas en el 2009 y superará los 2,9 millones de desempleados. En dos años (desde finales del 2007), el número de parados habrá aumentado en más de un millón de personas (1.078.000 parados más), hasta alcanzar el 12,5% de la población activa. Según las cifras del Gobierno, el año que viene se destruirán 100.000 empleos.

En total, la partida de desempleo se ha presupuestado en 19.292 millones y se convierte en la segunda prioridad de gasto para el 2009 (el 5,9% del gasto total consolidado), tras las pensiones (el 32,2%). Como las cotizaciones por desempleo no dan para cubrir el gasto presupuestado, el Estado deberá inyectar 2.000 millones en el Servicio Público de Empleo. O lo que sea necesario si el paro crece aún más, ya que el ministro Solbes reconoció que la previsión oficial de crecimiento de la economía del 1% para el 2009 podría acabar resultando "optimista". Curiosamente, el gasto presupuestado para políticas de fomento del empleo cae el 1,3%. El secretario de Estado de Hacienda, Carlos Ocaña, explicó que lo que baja es el bloque de bonificaciones a la contratación, porque habrá menos contratos y porque hay subvenciones que vencen el año que viene. Por el contrario, suben el 6,7% las políticas activas de empleo, orientadas a la recolocación y formación de parados.

NUMEROS DE CRISIS El vicepresidente presentó el proyecto de cuentas para el 2009 como "unos presupuestos austeros para hacer frente a la crisis económica", que definió como una situación "extremadamente complicada", en un contexto internacional que cambia "día a día" y "hora a hora".

Para el 2009, se tendrá que arreglar con menos ingresos, para hacer frente a las mayores necesidades de gasto que exige la crisis. Por eso, se recortarán muchas partidas de gasto, y, en lugar de superávit, habrá déficit y aumentará la deuda pública.

En total, el presupuesto no financiero de gastos consolidados del Estado (Administración central, Seguridad Social y organismos autónomos), se cifra en 304.113,97 millones, el 5% más que el 2008. Desempleo, pensiones y dependencia e inversión en infraestructuras e I+D+i son las partidas que más crecen. Los recortes se concentran en las políticas de defensa, investigación militar, subvenciones al transporte y agricultura. La regla "ha sido reducir el gasto a todos los ministerios un determinado porcentaje y añadirles aquellas políticas que creíamos imprescindibles", explicó Solbes.

El presupuesto de ingresos suma 292.936,93 millones (el 2,2% menos). Como resultado, el déficit de caja será de 11.177 millones. En términos de Contabilidad Nacional, para el 2009 se prevé que el Estado anotará un déficit del 1,5% del producto interior bruto (PIB), mientras que la Seguridad Social conservará un superávit del 0,8%. Como las comunidades autónomas tendrán un déficit del 1% del PIB y las corporaciones locales, del 0,2%, el déficit del conjunto de las administraciones públicas será del 1,9% del PIB en el 2009, aún lejos del 3% que permite la UE. El 2008 también se cerrará con déficit, del 1,5% del PIB, rompiendo así la racha de tres años consecutivos de excedentes.

BAJO ENDEUDAMIENTO La deuda pública aumentará en 37.000 millones, y pasará del 36,8% del PIB en el 2008 al 38,8% el año que viene. Es un nivel muy bajo de endeudamiento, 20 puntos por debajo de la media europea. El Estado podría haberse endeudado más, para inyectar más recursos a los agentes económicos en crisis, pero, según Economía, tal decisión complicaría aún más el acceso a financiación por parte de las empresas.