Los sucesivos temporales de las últimas semanas, con intensas lluvias que han provocado que pantanos como el de Guadiloba tengan que realizar grandes desembalses para evitar riesgos en la presa, ha llevado a analizar la seguridad de los embalses ante estas situaciones extremas, y el cumplimiento de las directrices estatales en este sentido. De los datos facilitados por el Gobierno y por la Confederación Hidrográfica del Guadiana --la Junta se negó a facilitar la información-- se concluye que sólo siete presas extremeñas cuentan con los preceptivos planes de emergencia en vigor. De ellas, cinco son de titularidad pública (tres del Estado y dos de la Junta) y dos privada (ambas de Iberdrola).

Según la Directriz Básica de Protección Civil, vigente desde 1995, los propietarios de los embalses tienen la obligación de realizar un análisis de riesgos para clasificar la presa en tres categorías. En la categoría A irían aquellas cuya rotura o mal funcionamiento podría causar graves daños a las personas, a servicios esenciales (vías de comunicación y redes de distribución de energía) o al medio ambiente. En la categoría B se situarían las que en caso de rotura provocarían daños materiales importantes e, incluso, afectar a un reducido número de viviendas, y en la C las que provocaría daños materiales moderados y de manera incidental daños a las personas.

ONCE AÑOS EN VIGOR En una fase posterior, esta directriz indica que para las presas clasificadas en las categorías A o B, los propietarios tendrían que elaborar planes de emergencia donde harían constar tanto la situación de las instalaciones como las zonas afectadas por una posible rotura y las medidas para minimizar los daños materiales y evitar riesgos a las personas. Estos planes, una vez redactados tendrían que ser enviados al Ministerio de Medio Ambiente y a Protección Civil para su aprobación, y después ser desarrollados por los dueños de los embalses. Se marcaba un plazo de dos años en las presas de categoría A y de cuatro en la de categoría B.

Once años después de aprobarse la norma, apenas el 6% de las presas de titularidad pública la cumplen. En la cuenca del Guadiana, el Estado es propietario de 22 embalses de los calificados como de alto riesgo. Según fuentes de la confederación, sólo están aprobados los planes de emergencia de las presas de Cancho del Fresno, Orellana y Villar del Rey. Los otros 19 pantanos cuentan con planes ya redactados pero que aún no han recibido luz verde para su implantación.

En esta misma cuenca, la Junta es titular de seis presas de categoría A o B, cuyos planes de seguridad se encuentran en tramitación o redactados, pero ninguno aprobado.

Por lo que se refiere a la cuenca del Tajo, la situación es similar. Aquí el Estado posee 17 presas, de las que, según la información remitida por el Gobierno al diputado del PP por Cáceres Amador Alvarez, nueve tienen sus planes de seguridad en tramitación --en fase de elaboración o adjudicación del estudio técnico-- pero ninguna cuenta con planes aprobados y en vigor. Por su parte, la Junta cuenta con 29 embalses de alto riesgo, de los que dos --Acebo y Hervás-- están aprobados, y hay otros 20 en distintas fases de tramitación.

Esto supone que grandes presas como Alange, Cíjara, La Serena o Gabriel y Galán, no cuentan con planes para afrontar una situación de emergencia.

Por lo que se refiere a las presas privadas, la información facilitada por el Gobierno indica que las presas de Alcántara y Cedillo, ambas propiedad de Iberdrola, ya tienen el plan de emergencia aprobado y se encuentra en fase de implantación.

El panorama a nivel nacional no es mucho mejor. Según un estudio del Ministerio de Medio Ambiente realizado en el pasado mes de abril, apenas 78 embalses españoles, de los que 38 son de titularidad estatal, cuentan con sistemas aprobados para afrontar con ciertas garantías una situación de emergencia.

Además, hay otros 117 embalses en los que se está estudiando el plan de seguridad presentado por sus propietarios para ver si se adapta a las exigencias de la normativa de Protección Civil. Por último, hay 465 pantanos donde se está aún en el trámite anterior en el de elaboración y presentación de planes. El resto de las presas ni siquiera tiene en estos momentos su plan en fase de preparación.