El anuncio de la refinería en Tierra de Barros pronto buscó la compensación política para la provincia cacereña.

La primera manifestación en este sentido se produjo el pasado 9 de julio del 2005, cuando el presidente de la Junta, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, avanzó que el jefe del Ejecutivo central, José Luis Rodríguez Zapatero, le había manifestado días antes que el Gobierno central compensaría a Cáceres poniendo en marcha un proyecto empresarial "importantísimo", aunque no especificó en que consistía. Lo hizo durante la concentración en Villafranca de los Barros en favor de la planta de refino, industria, insistió, que saldrá adelante según le confirmó el propio Zapatero.

Compromiso

Pocos días después, el 13 de julio del 2005, el alcalde de Cáceres, José María Saponi, asegura que "lo importante es que hay un compromiso", que el mismo presidente autonómico le ha confirmado por teléfono.

El edil cacereño indicó entonces que el dirigente extremeño le había trasladado este interés del Gobierno central, si bien no de qué se trataba ni dónde se ubicaría, algo que "ya se sabrá a su debido tiempo". Saponi indicó ese día: "Hay un compromiso y así me lo ha hecho saber el presidente de la Junta", e informó que el proyecto se instalará en Cáceres "pero no por equilibrar nada sino en aras del desarrollo y progreso de la comunidad autónoma".

Meses de silencio

Esta futurible inversión no provocó más reacciones entre los políticos cacereños que no querían pronunciarse hasta conocer algún detalle más. Las especulaciones se quedaron ahí hasta el 11 de octubre pasado cuando, de nuevo el presidente autonómico, avanzó que otra vez Zapatero le había confirmado que estaba hablando con "alguna empresa muy importante" de España para instalar en tierras cacereñas una industria que tendría unos mil empleos directo, según dijo entonces.

Entonces, y tras una reunión mantenida en el Palacio de la Moncloa con el presidente del Gobierno, Ibarra comentó que "en breve", ese proyecto importante sería anunciado por el jefe del Ejecutivo, y pidió disculpas por no avanzar nada más al respecto sobre esa empresa que se instalaría en Cáceres.

Ahora, llega el anuncio de la instalación de IBM en Cáceres, que supondrá 500 empleos.

Revelación

Esta revelación llega un año después de aquel primer avance sobre las intenciones del Gobierno central para compensar, según reiteró el presidente extremeño, a la provincia cacereña, y tras conocerse los trabajos para ver la posibilidad de instalar un aeropuerto privado de carácter internacional en las inmediaciones de la capital cacereña, un hecho que ha provocado polémica entre los dos grandes partidos políticos en la región en torno a quién ha sido el primero que demandó este servicio para los ciudadanos extremeños.