Internet permitió que el primer premio del Sorteo de Navidad estuviera muy repartido por toda España. Al mismo tiempo, Cataluña acabó con el maleficio que la mantenía alejada del Gordo de Navidad desde 1997. Y lo hizo con un poco de magia, la de la Bruixa d´Or, la administración de lotería de Sort que repartió por internet 60 series del primer premio, un total de 120 millones de euros (19.966 millones de pesetas). La Bruixa d´Or vendió los décimos del 42.473 por internet, por lo que el primer cibergordo de la historia está muy repartido.

El resto del gordo fue vendido en la localidad coruñesa de Rianxo (60 series, 120 millones de euros), Valencia (50 series, 94 millones de euros) y la localidad mallorquina de Capdepera (15 series, 30 millones de euros). Y en pequeñas cantidades (una serie, dos millones euros) visitó Casa Ibáñez (Albacete), A Coruña, Masamagrell (Valencia), Ronda (Málaga) y San Sebastián.

PARTICULARES Y EMPRESAS El propietario de la única administración de Sort, Xavier Gabriel, confirmó que las series que ha vendido íntegramente por internet. "Ha ido a parar, con toda probabilidad, a particulares y pequeñas empresas de toda España, principalmente de Catalunya", dijo, por lo que desconocía la identidad de los afortunados. La popular administración La Bruixa d´Or también vendió 10 series del 30.412, agraciado con un quinto premio, y 77 series del número posterior al segundo premio. Gabriel había vendido en este sorteo de Navidad más de 25,5 millones de euros (4.300 millones de pesetas), un 7% más que en el 2002, convirtiéndose por tercer año en el líder en ventas, por encima de las míticas Doña Manolita (Madrid) y Valdés (Barcelona).

Una cantidad idéntica a la del gordo de Sort, 120 millones de euros (20.000 millones de pesetas), viajó hasta Rianxo (A Coruña). El diluvio de millones hizo sonar la Rianxeira, el famoso oliñas veñen e van, el himno oficioso que se disputan las aficiones de Celta y Deportivo y que es canción obligada en las fiestas gallegas. Rianxo, pequeño pueblo natal de la popular canción, está al sur de A Coruña, en la ría de Arousa, la misma que el año pasado el Prestige sumió en el desánimo. "Los 120 millones de euros suponen a una media de un millón de pesetas por vecino", calcularon los vecinos.