Es marroquí, nació en Kenitra y llegó a Talayuela en 1998 con un contrato. "En mi país trabajaba en una fábrica de harina y no ganaba casi nada". Se llama Jamal Benyamna, tiene 38 años, está casado y es padre de una niña. "Estoy aquí muy a gusto, lo malo es que no hay trabajo todo el año y me tengo que ir a Jaén o a Murcia".

Jamal se ha comprado una casa con una hipoteca, tiene coche y televisión, le gusta ver el programa Gran Prix y es hincha acérrimo del Deportivo de A Coruña, "donde juega mi paisano Naybet". Se va de vacaciones a Marruecos dos meses al año y su sueño es quedarse a vivir en Talayuela y que su hijo tenga cultura árabe y española. Lo que más le ha costado ha sido sacarse el carné de conducir. "El marroquí no valía y tuve que pagar 150.000 pesetas".