Se denomina speedball (su traducción literal es balón rápido) a la mezcla de heroína y cocaína, cuyo consumo es cada vez más frecuente. La combinación de estas sustancias se realiza para evitar las consecuencias desagradables de la cocaína y poder mantener así la sensación de euforia durante más tiempo, además de para evitar el efecto sedante de la cocaína --es decir, es la mezcla de un depresor con un excitante--.

El consumo de speedball provoca descontrol y descoordinación psicomotriz con riesgo de coma y muerte. Además, el consumidor puede presentar cuadros delirantes paranoides, depresiones graves y alucinaciones auditivas, sensoriales y visuales.