El nuevo presidente de la Asamblea, el socialista Federico Suárez, propuso ayer, tras ser elegido para este cargo en la sesión constitutiva del Parlamento surgido de las elecciones del 25-M, que los grupos parlamentarios estudien modificaciones normativas que doten a los debates de más agilidad, de manera que la Asamblea pueda abordar de manera inmediata las cuestiones de interés general que surjan, "evitando las rigideces" que se han producido hasta ahora. Por su parte, Javier Casado, que ejercerá como portavoz del PP, reclamó "menos oscurantismo y menos trabas a la labor de control", y la diputada de IU Teresa Rejas aseguró que se percibía que el PSOE quiere iniciar una etapa de "más diálogo".

La sesión se abrió con la constitución de la mesa de edad , donde correspondió al popular José Vázquez ejercer de presidente, y a los diputados Alberto Casero (PP) y María del Carmen González (PSOE) de secretarios.

Tras las sucesivas votaciones secretas, la mayoría socialista sirvió para que Federico Suárez fuese elegido presidente de la Asamblea, mientras que los también diputados socialistas Alejo Salas y Ascensión Murillo ejercerán, respectivamente, como vicepresidente primero y secretaria primera de la Mesa. Los populares Laureano León y Fernando Baselga, por su parte, fueron elegidos vicepresidente segundo y secretario segundo, respectivamente.

Seguidamente, los parlamentarios electos fueron jurando o prometiendo uno a uno la Constitución y el Estatuto de Autonomía, tras lo cuál Suárez se dirigió a los diputados para asegurarles que ejercerá como representante socialista en las votaciones sobre las cuestiones que se lleven a debate, pero que, a partir de ahí, "mi compromiso es seguir las normas que marcan las sesiones con un deseo de objetividad para que nadie se sienta incómodo en su función representativa".

Además, lanzó una propuesta, que luego repitió en un encuentro con los medios de comunicación, para que se consensúen las reformas reglamentarias precisas para que la vida parlamentaria pierda rigidez y se puedan abordar las cuestiones que preocupan a los extremeños de manera inmediata, y no cuando hayan pasado semanas o meses.

En cuanto a la espinosa cuestión de si los diputados deben tener un sueldo, el presidente de la Asamblea, a preguntas de los periodistas, se mostró partidario de que exista una mayor dedicación, y apuntó que "igual todos no, pero una parte sí" deberían cobrar un sueldo del Parlamento, añadiendo que Extremadura es la única región donde los diputados no cobran.

Por último, hizo una breve referencia a la situación que se vive en la Asamblea de Madrid, que tachó de "desgracia democrática", de la que culpó al PP "y también en parte" al PSOE.

Por su parte, Casado reclamó un cambio de talante a los socialistas para que se facilite la labor de investigación cuando lo solicite la oposición, que el Parlamento esté al servicio de los extremeños "y no del presidente de la Junta" dotando al debate de agilidad y dinamismo, que este foro no sea utilizado de manera partidista por el grupo mayoritario y que se respete la legislación básica del Estado a la hora de elaborar y tramitar las leyes regionales.