El nuevo modelo de financiación autonómica es el nuevo referente en las relaciones entre la Junta y el Gobierno central para este inicio de año. Sobre la mesa hay una declaración de intenciones, pero ni una cifra, y esa mera declaración ha abierto las primeras fisuras en la unidad extremeña entre gobierno y oposición. Otra cuestión recurrente en los compromisos que Zapatero tiene con Extremadura es el tren de alta velocidad. El peso de los acontecimientos ha obligado a tirar a la papelera el anuncio de que estaría en el 2010, y ahora se duda de que esté en el 2013.

Un sudoku que puede salir muy caro

Cuadrar las cuentas de la financiación autonómica fue comparado por el vicepresidente económico, Pedro Solbes, con resolver un complicado sudoku: si unos piden que se tenga en cuenta la población, otros la dispersión, otros lo que figura en sus estatutos,... la suma es mayor que el 100%, es decir, un problema sin solución.

El documento presentado in extremis el día 30 por Solbes contiene líneas, pero no lo que más interesa, cantidades.

Se habla de incrementar la cesión de impuestos, y esto es malo para Extremadura por su menor capacidad fiscal. Se habla de utilizar en el reparto el criterio de población ponderado, y habrá que ver cuál es el peso de la ponderación, porque la Comunidad Extremeña tiene pocos habitantes y muy dispersos. Se habla de un fondo de convergencia para regiones de menores recursos, pero no se explica cuánto tendrá ni cómo se nutrirá si el Estado pierde fondos.

Otra cuestión preocupante es que se habilitan dos fondos, uno para los servicios básicos (sanidad, educación y atención social) y otro para el resto de servicios, tal y como quería Cataluña, y como rechazaba Extremadura.

Así las cosas, el reto para Vara es que su voz se imponga o iguale a las demandas que expresan las comunidades más ricas. También lo es mantener el acuerdo con el PP, que ha empezado a agrietarse: Monago pide un rechazo radical, y Vara ve aspectos positivos en la propuesta.

El presupuesto del AVE no podrá gastarse

El tren de alta velocidad es la obra en ejecución más importante del Gobierno central en Extremadura, pero no termina de coger velocidad.

Hay cuatro tramos en obras entre Cáceres y Badajoz. Sin embargo, incluso en esos tramos se trata sólo de la plataforma, no del tendido de vías, electrificación o sistemas de seguridad. En dos tercios del trazado, ni siquiera eso. Tanto es así que será imposible que se gasten los 350 millones de euros presupuestados para esta obra por Fomento en el 2009: no hay proyectos.