Antonio Zafra es profesor y director de la autoescuela Emérita, situada en la capital de la región. Zafra reconoce que existen diferencias de precios, en ocasiones muy grande, según la empresa que se elija a la hora de obtener el carnet. Así, señala que "incluso en una misma ciudad las cantidades que supone el permiso B difieren bastante", lo que se explica por "la zona donde se sitúe el centro y las facilidades y servicios que incluya la empresa". Así una empresa situada en el centro cobrará más que una que esté en la periferia. Y una que facilita libros e internet para hacer test tendrá mayor presupuesto que una autoescuela que trabaje con lo básico.

Tener una autoescuela es un negocio emergente para muchos, y es que hay personas que se dejan cantidades de dinero considerables. Zafra recuerda el caso de una alumna que necesitó más de ochenta clases prácticas. "Los que más difícil lo tiene son las personas mayores, ya que tienen menos reflejos", asegura Zafra.

Pero llegar a ser profesor de autoescuela hay que pasar varias pruebas. Para este profesional, se trata de un trabajo "bien pagado, pero nuestra formación no se acaba". Y es que "después de hacer pruebas de preselección, varias teóricas y otros tantos exámenes prácticos, tenemos que aprender continuamente los cambios que se producen en la educación vial".

La autoescuela Emérita ha sido seleccionada por el Gobierno como el único centro de recuperación de puntos en la ciudad de Mérida. Los cursos, que durarán 12 horas (para recuperar puntos) o 24 horas (para obtener de nuevo el carnet) , se pondrán en marcha en octubre.