Muchos de los agraciados del municipio cacereño de Tornavacas, donde la suerte dejó ayer 2.400.000 euros de uno de los dos cuartos premios del sorteo de Navidad, conocieron la llegada de la fortuna cuando realizaban trabajos agrícolas.

Hasta el campo de esta localidad cacereña, ubicada en el Valle del Jerte, llegó el jubilo de los vecinos al conocer que el bar Los Faroles había vendido unos 120 décimos del 52215, cada uno de los cuales premiado con 20.000 euros.

"Ha tocado, nos ha tocado" fue la frase más escuchada por la mañana tanto en el pueblo como en algunas instalaciones agrarias donde numerosas personas trabajan en la elaboración de plantones de fresas.

Los aproximadamente 2.400.000 euros para un municipio de no más de 1.200 habitantes convirtió al mediodía al bar Los Faroles en un punto de peregrinación obligatoria. Era el caso de Raquel, que estaba en la campaña de la fresa y que no dudó en acercarse hasta el bar al enterarse del "notición", pues tanto ella como su hermana llevaban un décimo. El dinero lo destinará a la compra de un coche, el cual necesita para "seguir trabajando", matizó entre risas.

Al otro lado de la barra, María de las Mercedes Lucas había despachado estos días atrás entre 110 y 120 décimos del citado número, los cuales adquirió en la administración de lotería de la vecina localidad de Navaconcejo. "La verdad es que no sé si hemos vendido 110 o 120, pero sí que la mayoría a gente del pueblo. Muy poco se ha ido fuera" explicó, a la vez que esgrimía una amplia sonrisa en su rostro.

El 41215 no es nuevo en este bar, pues desde hace muchos años se vende, con la particularidad de que su propietaria lo compra en Salamanca. Sin embargo, este año lo adquirió en la única administración de loterías que existe en el Valle del Jerte, ubicada en Navaconcejo.

Otra de las premiadas, María González Baena, contó que llevaba trece años abonada a otro número y que nunca le había tocado un premio. "Eso era hasta hoy... algo que ha cambiado este año", añadió.

La otra cara sonriente de esta jornada en el Valle del Jerte se encontraba en la administración de loterías, donde su propietario, Francisco Alejandro Donaire, aseguró que se encontraba "muy contento y muy feliz por haber podido dar un buen pellizco al pueblo vecino".

Donaire explicó que el número agraciado ha venido nuevo este año. "Es el primer año que el bar Los Faroles nos coge la lotería a nosotros y nos pidieron un 215, así que estamos encantados", concluyó el lotero.