El Banco Regional de Sangre espera este año recuperar el nivel de donaciones de sangre alcanzado el año 2006, después de que el pasado año se dejarán de recoger unas 1.200 bolsas debido principalmente a la falta de médicos que sustituyeran al personal encargado de las colectas durante las vacaciones de verano. Una vez encontrado al personal cualificado que realizará estas funciones durante julio, agosto y septiembre, el director del centro, José María Brull, se muestra confiado en que la capacidad de los extremeños para donar sangre no quede mermada por la falta de personal, de tal forma que a final de año el número de bolsas recogidas aumente en 1.000 ó 1.500 unidades con respecto al 2007.

En concreto, el pasado año se realizaron 45.871 extracciones, lo que supone un descenso del 2,62% con respecto al ejercicio anterior. De esta forma, "si todo se desarrolla según lo previsto" este descenso no volverá a repetirse en 2008.

La peculiaridad de este servicio se encuentra en que cuando falta uno de los cuatro equipos de extracción por descanso del personal, el resto no puede asumir su trabajo, como así ocurre, por ejemplo, en los centros de salud, donde lo médicos asumen las cartillas de sus compañeros. "Si un equipo está en Villalba de los Barros, no puede estar en Tornavacas al mismo tiempo", explica Brull.

Respecto a la falta de médicos, subrayó que lo ocurrido el pasado año fue un hecho aislado, y que los datos recogidos hasta el pasado mes de junio indican que los extremeños volverán a situarse entre los españoles más solidarios con las personas que necesitan una transfusión de sangre para mejorar su salud.

A pesar del citado descenso, los extremeños presentaron en 2007 el 4º mejor índice de donaciones, con 42,08 por cada mil habitantes, solo por detrás de los navarros (50,75), vascos (45,66) y gallegos (42,47). En el conjunto del país las donaciones de sangre se incrementaron un un 1,62% hasta las 1.686.177 extracciones.

SOLIDARIDAD El índice de donaciones de Extremadura supera en cinco puntos la media española, que se sitúa en 37,30 por cada mil habitantes, aunque aún se mantiene a un punto porcentual de la media recomendada por al Organización Mundial de la Salud (OMS) para alcanzar el nivel óptima para el autoabastecimiento. De esta forma, y aunque España en su conjunto es deficitaria --le faltan unas 300.000 al año para alcanzar el nivel de autoabastecimiento-- Extremadura produce más bolsas de las que necesita, por lo que la sangre de los extremeños ayuda a recuperar la salud de muchos ciudadanos de otros puntos del país, ya que se calcula que el 15% de las bolsas recogidas en la región parten hacia otras comunidades autónomas.

Sin embargo, desde el Banco Regional de Sangre hacen un llamamiento a los ciudadanos para que mantengan el nivel de donaciones habitual porque, aunque a día de hoy la situación de las reservas es positiva, la caducidad de la sangre --cinco días para las plaquetas y cinco semanas para los hematíes-- puede provocar que "si nos fallan dos días, la cosa pueda complicarse", indica Brull. El Banco de Sangre no suele hacer grandes campañas de captación de nuevos donantes porque "esto es pan para hoy y hambre para mañana", por lo que tratan de mantener la principal fuente de donación en Extremadura: el mundo rural.

En este aspecto los pequeños municipios, especialmente las que se mueven entre los 1.000 y los 4.000 habitantes, ganan por mayoría a las grandes ciudades, a excepción de Almendralejo, que se quedan lejos del nivel de donaciones de los pueblos. En las ciudades se han intentado todo tipo de medidas pero sin resultado. En concreto, se ha pensado en segmentar las localidades en barrios, pero "es complicado, ya no sabemos como meterle mano al tema", indica Brull.