Unirse para vencer. Esto es lo que han hecho las constructoras extremeñas para poder acceder a las obras de las dos autovías autonómicas, ya que en solitario es muy difícil que tuviesen alguna opción en concursos que superan los 60 millones de euros.

Además, la participación en estos proyectos no sólo se traduce en los beneficios por ejecutar obras tan importantes, sino que posibilita que estas empresas de la región accedan a una certificación que les abre las puertas a otros concursos en toda España.

De este modo, y tomando como buque insignia a la potente FCC, constructoras como Joca, Gévora Construcciones y Exconsa Miajadas se aliaron en una Unión Temporal de Empresas que logró hacerse con las obras de la autovía de 24,3 kilómetros que unirá Miajadas con las Vegas, y que fue adjudicada hace cinco meses por algo más de 93 millones de euros.

Igualmente, Extremadura Construcciones Nicolás, Sebastián Sevilla Nevado y Sendín tomaron como enganche de su UTE a la constructora que dirige Florentino Pérez para llevarse el trazado Navalmoral de la Mata-Río Tiétar de la autovía que unirá la ciudad morala con Plasencia. En este caso, el tramo no llega a los 30 kilómetros, y el coste de la adjudicación supera los 70 millones de euros.

Finalmente, el último tramo, el que va del río Tiétar a Plasencia, con casi 23 kilómetros y un coste que ronda los 60,5 millones de euros, fue a parar a otro grupo empresarial en el que Hidromecánica Extremeña, Magenta y Copemovex se unieron a Sacyr.

Con todo, estas adjudicaciones no fueron del agrado de todos. Así, mientras el consejero de Obras Públicas, Eduardo Alvarado, alababa la presencia de empresas de la región en los proyectos más caros de la historia del Gobierno autonómico, desde el PP se exhibía un documento certificado antes de las adjudicaciones en el que ya constaba a quién se iban a dar las obras. Acertaron dos de tres.

Además, Alvarado aseguraba que la ejecución se alargaría al tener "dudas" de que el Gobierno central permitiese un peaje en sombra para financiarlas, a la luz del déficit cero . Mientras, los populares apuntaban que la realidad es que el plazo de obras es de 55 meses (se acabarán en el 2007), lo que supone hacer 15 kilómetros de autovía por año e invertir 44 millones de euros en cada ejercicio.