El proceso de reducción de sucursales bancarias por parte de algunas entidades desde el estallido de la crisis ha ido acompañado por la expansión de otras. Frente a los cierres de la que fuera Caja Extremadura y Caja Badajoz, otras entidades como Caja Rural de Extremadura han conservado el número de ventanillas e incluso las hay, como Caja Almendralejo o Banca Pueyo, han aumentado su presencia con la apertura de nuevas oficinas . Caja Almendralejo reivindica su apuesta por el mundo rural (han pasado de 41 a 81 desde 2005) con aperturas como Santa Amalia, Pinofranqueado, Valverde del Fresno o Montehermoso y defienden este modelo de expansión como «una cuestión de servicio», afirma Tomás Riola, director corporativo. También Banca Pueyo pasó de 58 a 111 sucursales de el 2000 y el 2015 según la Asociación Española de Banca.