Las fuerzas británicas de la coalición aniquilaron ayer una columna de 14 tanques iraquís que el miércoles intentó romper el cerco de la ciudad de Basora por el sureste. Pero las tropas acorazadas de Gran Bretaña siguieron haciendo frente a un "feroz resistencia", a las puertas de la segunda ciudad iraquí, donde sigue sin producirse la esperada insurrección contra el régimen de Sadam Husein.

El intento iraquí de romper el cerco de Basora fue aniquilado con facilidad por la aviación y la artillería aliada, una vez que los anticuados tanques T-55 avanzaron en campo abierto, lejos del casco urbano y toparon con aproximadamente una quincena de tanques británicos Challenger 2. Un oficial británico describió el enfrentamiento como "la bicicleta contra el vehículo de motor", por la mayor rapidez y potencia de los vehículos británicos. "El resultado fue de catorce a cero", resumió la fuente, informa Efe.

SIN TELEVISION

Desde ayer, la cercada Basora ya no puede recibir las imágenes de la televisión del presidente Sadam Husein. Con el fin de aislar al millón y medio de habitantes de la ciudad iraquí y dificultar la propaganda del régimen de Bagdad, las tropas británicas y norteamericanas destruyeron con fuego de artillería los retransmisores locales de la televisión.

Jim Wilkinson, ayudante del general Tommy Franks, comandante en jefe de las fuerzas de la coalición, denunció supuestas atrocidades en Basora cometidas por los fedayines, cuerpo de paramilitares fiel al régimen. Según Wilkinson, los fedayines "mantienen como rehenes y ejecutan" a familiares de soldados para obligarles a ir al frente.

CON CUENTAGOTAS

Entretanto, la ayuda humanitaria sigue llegando con cuentagotas al sur del país, a la espera de que los accesos marítimos al puerto de Um Qasar sean limpiados de minas. El buque británico Sir Galahad, con un cargamento de 200 toneladas de arroz, lentejas, harina y agua, retrasó hasta hoy su llegada a ese puerto.

Las principales agencias humanitarias siguen en Kuwait sin poder transportar cargamentos de alimentos, medicinas, y sobre todo agua --la necesidad más perentoria-- a los civiles de las zonas fronterizas con Kuwait. Más de la mitad de los habitantes de Basora están sin agua desde casi el inicio de la operación militar terrestre, hace ya más de una semana. En los escasos puntos de reparto de ayuda que ayer funcionaron en la zona, los soldados de Estados Unidos y Gran Bretaña se vieron obligados a contener manu militari a la multitud que se aproximaba a los cargamentos.