«Mi pareja vive en Madrid, de manera que yo viajo allí todos los fines de semana y siempre publico el trayecto. Así me resulta bastante más económico y además voy acompañado», resume el pacense Manuel Bolsico Corrales, que tiene 49 años y es empleado de banca. «Es muy raro que te dejen tirado o que la gente no sea amable. Al fin y al cabo, quien se une a este medio es porque le gusta conocer gente nueva».

Él por ejemplo hizo amistad con un fotógrafo que terminó retratando para su book personal el 600 que Manuel guarda como reliquia. «Es muy interesante charlar con la gente, se te pasa el tiempo volando y con algunos terminas conectando muy bien», asegura. De hecho, incluso acude a las quedadas que organiza la empresa Blablacar a nivel nacional con usuarios veteranos.

«Yo llevo ya varios años en esto, de manera que la gente empieza a conocerte y muchas veces repites con quienes ya has viajado antes, o incluso si ambos vamos a pasar el fin de semana a Madrid, al final quedamos también para el viaje de vuelta».

«La verdad -continúa- teniendo en cuenta las opciones que hay desde Badajoz para ir a Madrid, los pasajeros tienen claro que esta opción es la mejor y a veces la única. Porque el autobús tiene pocos horarios y del tren mejor ni hablar, totalmente tercermundista. Mi pareja lo ha usado alguna vez y siempre ha sufrido retrasos y encima los vagones están muy descuidados».

Y añade que, lógicamente, el ahorro económico que le supone en gasolina es un argumentos de peso para seguir con esta actividad.