Las aseguradoras y los gruistas no han llegado a ningún acuerdo y la huelga parece la única solución posible. Esta negativa por parte de los trabajadores del sector se ha extendido a Extremadura y desde ayer los servicios de grúa no atienden a las peticiones de los usuarios de asistencia en carretera.

A pesar de que la Confederación Española de Talleres de Reparación de Automóviles (Cetraa) se ha solidarizado con el paro técnico llevado a cabo por los gruistas, los responsables de los talleres en la región ven en esta reivindicación un peligro que va a producir un colapso en las cunetas de las carreteras regionales. "Primero se acumularán en las cunetas pero lo peor es cuando la situación se normalice y las acumulaciones lleguen a nuestros talleres", afirma Pedro Sansinema, jefe de posventa de un concesionario de Badajoz.

Como éste existen muchos establecimientos que temen los futuros colapsos, debido a la huelga, que se formarán cuando la llegada de vehículos en masa a las puertas de los talleres sea una realidad. "Los clientes pedirán sus coches y, aunque trabajaremos a marchas forzadas, tarderemos más de la cuenta debido a la saturación ".