Hace sólo unos días, en una de estas incursiones los ladrones se encontraron con un agricultor y le agredieron, provocándole graves heridas.

La organización UPA-UCE avisa del riesgo que se corre por la falta de presencia policial. En este sentido, Prieto señaló que el problema está en la posibilidad de que acabe produciéndose un enfrentamiento grave entre los ladrones y los propios agricultores.

Los agricultores se quejan de que las pérdidas no son únicamente lo que se roba. Y es que los ladrones provocan graves daños en la cosecha al arrancar los melones y entrar con los vehículos en la explotación.

A diferencia de otros años, los robos en los frutales han comenzado al principio de la campaña y no al final, con lo que se están sustrayendo y estropeando productos de mayor calidad.

Uno de los problemas con los que se encuentra la Guardia Civil es el hecho de que cuando localizan a los culpables no pueden detenerlos porque este robo está tipificado como una falta y no un delito.