Un tratamiento orientado a las segundas oportunidades. Para el galgo, porque puede seguir siendo útil cuando ya no interesa para la caza, las carreras o los concursos de belleza. Y para quien recibe la ayuda porque con estos animales son capaces de desarrollar aptitudes que les permiten una convivencia más integrada. El resultado es enriqueceder para ambas partes. Es la terapia asistida que ya se lleva a cabo en algunos complejos hospitalarios del país con pacientes que tienen algún tipo de enfermedad mental. La mejora de la autoestima, la confianza y la autonomía son algunos de los beneficios para quienes encuentran en estos animales una vía para estar más cerca de la vida socializada.

Este tipo de tratamiento está más desarrollado en otros territorios europeos, pero España también ha empezado a ponerlos en prácticas para evidenciar que «los galgos no son animales que han nacido solo para correr», tal y como insiste en defender Isabel Alcalá, vicepresidenta de la protectora cacereña. «Nosotros todavía no realizamos terapia, solo visitas ocasionales. Igualmente llevamos a cabo charlas educativas en colegios, a donde también trasladamos a nuestros perros, entre ellso una galga», agrega.