Por el empleo con derechos y la reforma de las pensiones". Leer los lemas de las últimas manifestaciones del Día del Trabajo, que ayer congregó a en torno a un millar de personas en Mérida --más de 2.000, según los sindicatos, y en torno a 750, según fuentes policiales--, da una idea de la evolución de la crisis económica. Hace dos años se solicitaba inversión en las empresas para superar la crisis --"es el momento de la igualdad, el salario digno y la inversión productiva-- y el pasado se proponía "frente a la crisis: empleo, inversión pública y protección social". Ahora, cuando el paro en España afecta a más de 4.600.000 de personas (por encima de 116.000 en Extremadura), UGT y CCOO ponen el foco en la garantía de los derechos laborales y las pensiones.

Así ocurrió en la marcha celebrada en la capital extremeña, donde los máximos representantes sindicales en Extremadura --Julián Carretero (CCOO) y Francisco Capilla (UGT)-- repitieron sus proclamas contra la destrucción de empleo y la reducción de la protección social de los trabajadores. Este debe ser, a su juicio, el "eje central de la política en España y Extremadura", dejando de lado el debate sobre la jubilación, un sistema actualmente asegurado, afirman, y cuya reforma, por tanto, consideran fuera de lugar.

Tampoco se muestran partidarios de modificar el mercado de trabajo y esta solo implica --como defienden que pretende la patronal-- recortar los derechos de los trabajadores, sobre los que advierten que no pueden convertirse en "los únicos paganos de la crisis", en palabras de Carretero. Es por ello que Capilla instó a retomar el diálogo social que, según dijo, ahora está "prácticamente roto" por las aspiraciones de los empresarios de aprovechar la crisis para lograr reivindicaciones "históricas" suyas.

A la manifestación acudieron también algunos miembros de la política regional, como la portavoz del PSOE de Extremadura, Ascensión Murillo, el secretario de Empleo del PP, Juan Parejo, o el coordinador regional de IU, Pedro Escobar, entre otros. Además, en ella podían leerse pancartas con reivindicaciones de diversos colectivos, como "trabajadores de obra, jubilación a los 60", "empleadas del hogar, trabajadoras de hecho y con derechos" o "mesa sectorial de la educación especial ya".

Como es habitual, la marcha finalizó en la Plaza de España de Mérida, donde Carretero y Capilla pronunciaron sendos discursos y que finalizó con los cantos de No nos moverán y La canción de la alegría , en homenaje al 120 aniversario de la celebración del 1 de mayo en España. En cambio, se rompió la tradición de trasladarse después a la zona del río para tomar un aperitivo, "porque hay crisis", explicó un sindicalista.