"No quiero que mis hijos y sobrinos crezcan con una paz vergonzosa". Teresa Jiménez Becerril es tajante, porque cree que "no es sano negociar de tú a tú con unos criminales". Hermana de Alberto Jiménez Becerril, concejal del PP asesinado por ETA junto a su mujer, Ascensión García, hace siete años en Sevilla, dice no estar satisfecha del alto el fuego: "No me pone contenta que me regalen la vida. Lo estaría si se hubieran entregado, nuestra lucha era para que claudicasen, y no lo han hecho". Y añade: "Cuando vi por televisión a tres encapuchados hablando con ese tono de prepotencia y pidiéndonos responsabilidad, olvidándose de las víctimas, me revolvió las tripas".

Residente en Italia, se enteró de la tregua por un mail enviado desde España, y le invadió el desasosiego, la tristeza y "también la rabia, porque hay algo que no va", y aunque reconoce que el tono del comunicado es distinto, "en el fondo no han cedido en sus pretensiones, mantienen su mafia y no han entregado las armas", dice. Cree que quien peor lo tendrán serán los vascos, porque "cuando el entorno etarra domine Euskadi, a ver cómo tratan a los que piensan diferente".

Teresa pone Italia como ejemplo, ya que ahí "sólo se negocia con mafiosos y terroristas tras su entrega". Considera que "son criminales y no se les puede medir con otro rasero". --JULIA CAMACHO