La policía británica investiga si Salman Abedi, el terrorista suicida de 22 años identificado como el autor del atentado en el Manchester Arena, actuó solo o contó con una red de apoyo para provocar la explosión que mató el martes por la noche a 22 personas y dejó 59 heridos.

Abedi, nacido en Manchester (norte de Inglaterra) en una familia de origen libio, hizo estallar un artefacto de fabricación casera en una de las salidas del pabellón deportivo donde acababa de actuar la cantante estadounidense Ariana Grande.

Las fuerzas de seguridad registraron ayer dos domicilios en el sur de la ciudad inglesa y detuvieron a un joven de 23 años en relación con el ataque, que dejó heridos al menos a doce menores de 16 años.

Las víctimas mortales identificadas hasta ahora son una niña de 8 años, Saffie Rose Roussos, una joven estudiante de 18, Georgina Callander, y un joven de 26, John Atkinson, todos ellos británicos.

El grupo terrorista Estado Islámico (EI) reivindicó la autoría del ataque a través de internet, aunque la inteligencia estadounidense señaló que el vínculo con los yihadistas todavía no está verificado.

Vecinos del barrio de Fallowfield, el suburbio donde viven algunos miembros del núcleo familiar de Abedi, describieron a los medios cómo solían ondear banderas libias en ciertas ocasiones.

La policía llevó a cabo una explosión controlada a la entrada de una vivienda en ese distrito para poder acceder al domicilio alrededor de las 9.30 GMT, poco después de que la primera ministra británica, Theresa May, presidiera un comité de emergencias con altos mandos de la seguridad y la inteligencia del Reino Unido.

Agentes de los cuerpos de seguridad continúan trabajando en el pabellón Manchester Arena, que ha suspendido los tres conciertos que la banda Take That tenía previsto ofrecer entre mañana y el sábado.

El atentado en Manchester es el más mortífero que ha sufrido el Reino Unido desde la cadena de explosiones que causaron 56 muertos -incluidos cuatro terroristas- en el metro y un autobús de Londres en julio del 2005.

El servicio de ambulancias de la región de Manchester informó de que varios de los heridos que fueron ingresados tras la explosión están en estado muy grave.

La policía ha pedido a los ciudadanos que no especulen en las redes sociales sobre los nombres de las víctimas que todavía no han sido identificadas de forma oficial para evitar que trasciendan antes de que las familias hayan recibido la información.

El ataque en el Manchester Arena ha llevado a la policía de Londres ha rediseñar su plan de seguridad para enfrentarse a la amenaza terrorista.

Scotland Yard prevé vigilar a partir de ahora todo tipo de eventos de aforo reducido que hasta el momento no contaban con presencia policial y aumentará el número de agentes armados que patrullan por la capital británica.

El atentado obligó a los partidos políticos a suspender los actos previstos en la campaña electoral de cara a las elecciones generales del próximo 8 de junio.

visita de may / Tras la reunión con la cúpula de seguridad nacional esta mañana, May viajó a Manchester para visitar el hospital infantil donde reciben tratamiento algunas de las víctimas del atentado.

Un portavoz del número 10 de Downing Street, su despacho oficial en Londres, confirmó que la jefa de Gobierno acudirá, tal como estaba previsto, a las próximas reuniones previstas del G7 en Sicilia, el viernes y el sábado, y a otro encuentro previo de líderes de la OTAN en Bruselas, mañana.

Tras visitar el ayuntamiento de Manchester y firmar en el libro de condolencias habilitado en el consistorio, la primera ministra elogió el «inquebrantable espíritu» de los ciudadanos de la ciudad inglesa y la «inspiradora valentía» de los servicios de emergencias que hicieron frente al atentado.

Por otro lado, una vigilia en Birmingham (centro de Inglaterra) en solidaridad con las víctimas del atentado de Manchester, fue interrumpida ayer después de que la policía detuviera en las inmediaciones a un hombre con un arma blanca y un bate de béisbol, informaron medios locales.

La policía disolvió los grupos de personas que se concentraba en la plaza Victoria de Birmingham y acordonó la zona por «precaución», según confirmó el jefe de policía de la región, David Thompson.