Son conscientes de que no pueden permanecer ajenos al desarrollo de los nuevos escenarios para el comercio en el espacio virtual: las páginas webs y especialmente las redes sociales. Pero aún así el paso es complicado, no todos están preparados para hacerlo y adaptarse a las nuevas circunstancias requiere tiempo, concienciación y facilidades para dar el paso.

«El comercio ha evolucionado mucho en muy poco tiempo porque las circunstancias han cambiado muy rápido y les ha tocado adaptarse sin otro remedio», dice Mari Ángeles Costa, gerente de la Asociación de Empresarios del Comercio de Cáceres (AECA). El impacto de las redes sociales, los cambios en las páginas web (se ha facilitado y abaratado su puesta en marcha ) y la demanda de los usuarios de tener cada vez un contacto más directo con los establecimientos ha cambiado las reglas del juego y le ha obligado a comenzar a trabajar de un modo distinto, con una presencia cada vez mayor en el espacio virtual.

«Internet es un escaparate que está las 24 horas del día y los 365 días del año, por eso les insistimos en que hay que estar, que no es la panacea, pero no podemos dejar de estar», dice Emilio Doncel, presidente de COEBA, la asociación de empresarios de Badajoz. Para el pequeño comercio dar el salto es complicado aunque en la capital pacense muchos se están uniendo en plataformas que aglutinan a los establecimientos por zonas comerciales. «El pequeño comercio tiene que unirse para este tipo de iniciativas», apunta Doncel, que cree que «es fundamental para estar en las mismas condiciones que grandes cadenas».

Mari Ángeles Costa coincide en que estar en internet no lo es todo: «El bagaje de ventas del comercio electrónico es muy pequeño aún, pero sí otorga una enorme visibilidad a los establecimientos», razona y destaca la importancia de que los establecimientos estén en la red.

Hasta ahora son pocas las tiendas que venden a través de la web, aunque algunas sí lo hacen en redes sociales como Facebook. Por encima de ello, lo que sí practican la mayoría es la relación con los clientes o futuros clientes por este canal: «La gente entra a ver, preguntan y comparan», dice Costa, aunque la compra sea luego en la tienda física.

De hecho, Costa apunta que el 90% de los comercios de la ciudad tiene ya presencia en las redes sociales, principalmente en el sector textil, aunque cada vez hay un abanico más amplio que incluye tanto a ópticas, como las joyerías o tiendas de juguetes.