Las tiendas descuento copan más del 25% de la superficie comercial extremeña, de forma que Extremadura se sitúa como la región con una mayor implantación de estos centros que ofertan productos a muy bajo precio.

En estos momentos, según un informe de la publicación especializada Alimarket , operan en la comunidad autónoma las empresas de este sector Dia, Lidl, Aldi y Plus Supermercados, que tienen actualmente censados 121 centros de venta en la región. El modelo con más implantación es el de Dia (marca perteneciente al grupo francés Carrefour), que tiene una treintena de tiendas propias y más de 70 franquiciadas. Le siguen la firma alemana Lidl, con 9 centros, Plus Supermercados (empresa española creada por la matriz alemana Tengelmann), con 5, y la también germana Aldi, con 4.

La mayoría de estos grupos se encuentran en un proceso de expansión iniciado hace ya varios años y continúan afianzando su presencia en la región con la apertura de nuevos establecimientos. Actualmente sólo dos de los grandes municipios extremeños, Almendralejo y Don Benito, pueden presumir de contar con todas estas empresas, mientras que en Badajoz faltaría un Plus Supermercados. Entre las grandes la menos dotada es Mérida, donde hasta la fecha únicamente se ha instalado Dia, aunque hay varios proyectos de este tipo en marcha.

EL REPARTO DEL MERCADO A la hora de analizar el reparto de la superficie comercial minorista, el informe de Alimarket apunta a que en la región las tiendas descuento acumulan el 25,9% del total, por el 23,3% de los supermercados medianos, el 23,1% de los grandes supermercados, el 16,7% de los hipermercados y el 11% de las pequeñas tiendas. Esta distribución es muy diferente a la del conjunto del país, donde dominan los medianos y grandes supermercados y las tiendas descuento tienen una cuota que es inferior en diez puntos a la registrada en Extremadura.

El hecho incontestable de que el precio es, tras la proximidad, el segundo factor que influye en un consumidor a la hora de decidir dónde comprar, ha disparado la apuesta de los grandes grupos por este tipo de centros dentro de una cada vez más clara política de diversificación. De hecho, en estos momentos se calcula que el 21% del presupuesto familiar se destina a la compra de productos de alimentación, un gasto que puede reducirse hasta un 30% en función del establecimiento elegido.

A la hora de reducir los costes para así poder rebajar los precios de venta al público, las tiendas descuento optan por una oferta de productos relativamente corta, un bajo presupuesto de publicidad y personal y un gran ahorro en distribución y logística, apartado que en general comparten con la empresa matriz.