Una sola puñalada, un gran dolor físico y psicológico. Es el resultado de la agresión que el pasado viernes sufrió Nieves Minero, una auxiliar de enfermería de 25 años que fue agredida con un cuchillo por un interno del Centro Sociosanitario de Mérida, antiguo Hospital Psiquiátrico. Como consecuencia, tuvo que ser intervenida por daños en varios órganos (intestino, colon, arteria abdominal, recto anterior...). "Tiene mucho dolor físico y también psicológico" asegura su padre, Manuel Minero, que, junto con otros familiares, acudió ayer a la concentración de los compañeros de la joven.

En ese sentido, en primer lugar, Manuel agradece la solidaridad mostrada por los empleados del centro en el que su hija trabaja desde hace un año. Antes estuvo en una clínica dental y una residencia de ancianos, explica, pero siempre trabajando como auxiliar de enfermería, "que es lo que le gusta, de hecho, ha empezado a estudiar Enfermería este año", detalla Manuel.

Por ello, de momento, lo que más le preocupa a él y a su familia es que Nieves se recupere pronto. "Vamos a echarle un cable, porque ahora se encuentra muy afectada, tanto por el dolor físico, que es elevado, como psicológico", asegura comentando, preocupado, que apenas ha podido dormir y le cuesta expresarse.

La misma preocupación es visible entre algunos de los familiares que acompañan a Miguel, como su hermana Rosa o sus otras dos hijas, Ana Belén y Lucía, que en algunos momentos no pueden contener las lágrimas. Ellos quisieron ser ayer la voz de Nieves, hasta que esta pueda hacer sus propias declaraciones y detallar lo que ocurrió el pasado viernes.

Lo que esperan es que este hecho al menos sirva para que mejoren las condiciones de seguridad en el centro, que ahora consideran insuficientes. "Queremos que se investigue lo que pasó realmente y que no vuelva a suceder", manifiesta Lucía, una de las hermanas de Nieves.