Contar con un monumento, un conjunto patrimonial o un sitio declarado Patrimonio Mundial por la Unesco ofrece un incontestable prestigio no solo a la localidad en la que se sitúa, sino a toda la comunidad o el país al que pertenece. ¿O acaso hay algún extremeño que no se siente orgulloso de la Alhambra o de la catedral de Burgos? Sin embargo, la responsabilidad de que ese bien sea presentado como uno de los elementos que mejor representan alguno de los momento de la historia del hombre, recae en primer lugar sobre sus vecinos, quienes viven y trabajan junto a la Plaza Mayor de Trujillo o las catedrales de Plasencia.

Pero, por muy maravillosos que nos parezcan los parajes del Parque Nacional de Monfragüe o el Puente de Alcántara ¿tienen lo que hay que tener para ser incluidos en la Lista de Patrimonio Mundial de la Unesco? Pues bien, este organismo internacional establece una serie de requisitos y criterios necesarios para ser invitado a tan selecto club. Ya que no dejan de ser unas premisas poco concretas y subjetivas, juzgue usted si las candidatas extremeñas reúnen, al menos, uno de los siguientes parámetros, para poder partir con alguna garantía de éxito antes de iniciar la larga y complicada carrera hasta la obtención de la nominación que concede la Unesco.

El primero de los requisitos hace mención a si el objeto de la declaración aporta un "testimonio único o excepcional, de una civilización o de una tradición cultural desaperecida". ¿Se le ocurre que alguna de las propuestas encaje en este criterio? Si no es así, pruebe con la siguiente: "Ejerce una influencia considerable, en un período dado o en un área cultural determinada, sobre el desarrollo de la arquitectura, las artes monumentales, el planeamiento urbano o la creación de paisajes".

El tercero hace referencia a la presencia en el territorio de culturas pasadas: "Constituye un ejemplo sobresaliente de establecimiento humano o de ocupación del territorio representativo de culturas tradicionales, sobre todo cuando son vulnerables a mutaciones irreversibles".

Tal vez el siguiente le sea más propicio para alguna de las candidaturas extremeñas, ya que se refiere a bienes que ofrecen "un ejemplo eminente de un tipo de construcción o de conjunto arquitectónico o de paisaje que ilustra un período significativo de la historia humana". El siguiente establece la necesidad de que constituya "una obra maestra del genio creador del hombre", y el último hace referencia a que esté "directa o materialmente asociado a acontecimientos o tradiciones vivas, ideas, creencias u obras artísticas y literarias que tengan una significación excepcional".

Largo proceso

Según marca el procedimiento para la declaración de un bien como patrimonio mundial, una vez que Extremadura ha decidido cuáles son sus candidaturas, deberá presentárselas al Gobierno para que a su vez las haga llegar a la Unesco, quien definitivamente decidirá si las propuestas extremeñas entran o no a formar parte de los 900 bienes --40 de ellos españoles-- que a día de hoy están inscritos en la Lista del Patrimonio Mundial. El primer paso ya lo han dado, que es incorporarse a un inventario elaborado por el Ministerio de Cultura, conocida como la Lista Indicativa, que se configura una vez analizadas las propuestas presentadas por las comunidades autónomas.

El ministerio remitirá su lista antes del 1 de febrero de cada año al Comité de Patrimonio Mundial, un organismo intergubernamental en el que está representados 21 de los casi 200 países que forman parte de la Unesco. Este es el momento en el que entran en escena órganos consultivos como el Consejo Internacional de Monumentos y Sitios (ICOMOS), o la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN), que emitirán informes sobre el expediente de cada uno de las candidaturas. La última palabra la tiene el Comité del Patrimonio Mundial, que en la reunión del mes de diciembre adopta una decisión definitiva sobre estos bienes.

En la lista de patrimonio mundial pueden incorporarse monumentos, conjuntos y sitios. Los primeros son las obras arquitectónicas, escultóricas o pictóricas con un valor excepcional desde el punto de vista histórico, artístico o científico. Por conjunto se entiende a aquellos grupos de construcciones, tanto aisladas como reunidas, con un valor similar al de los monumentos, mientras que los sitios son las obras del hombre o bien las obras conjuntas del hombre y la naturaleza, con un valor universal excepcional histórico, estético o antropológico.