Los precios de la tierra agrícola no paran de crecer en Extremadura, si bien se ha constatado una ralentización en la subida de los mismos durante los últimos tres años. Según los datos oficiales del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (Mapa), recogida en la Encuesta de Precios de la Tierra 2004 , el coste medio de una hectárea de labor en la región es de 4.236 euros (704.811 pesetas), lo que supone un incremento del 4,1% con respecto al 2003. Descontada la inflación, esta subida sería de poco más del 1%.

El incremento de precios de la tierra es objeto de un estudio anual por parte del Ministerio de Agricultura desde 1979, aunque de forma más pormenorizada desde 1983 y recoge datos de todas las comunidades autónomas y un amplio abanico de cultivos. La subida de precios del 2004 en Extremadura estuvo por debajo de la media española, que fue del 5,5% y se pasó de 8.553 a 9.024 euros por hectárea.

SERIE HISTORICA Observando la serie histórica de precios que ofrece el Ministerio de Agricultura (véase gráfico), el coste medio de una hectárea de labor en Extremadura se ha multiplicado por cuatro en los últimos veinte años. El precio ha pasado de los 1.137 euros de 1983 a los 4.236 euros del año pasado. Durante este periodo Extremadura ha acumulado una subida media anual de casi el 7%.

En el conjunto de España, la evolución de precios en los últimos 20 años ha sido pareja a la de Extremadura y el coste por hectárea se ha multiplicado también casi cuatro veces. A pesar de la tendencia alcista de todo el periodo, ha habido también alguna fase en la que las tierras se han depreciado. Fue el caso de los años 1992 y 1993, cuando se produjo la última sequía.

Pese a que el precio que ofrecen las estadísticas oficiales para una hectárea de labor en la región es de 4.236 euros de media, es sabido que el coste de la tierra depende de multitud de factores. Así, por ejemplo, el precio medio por hectárea de secano baja hasta los 3.082 euros mientras que la de regadío se eleva hasta los 11.800 euros, casi cuatro veces más. Los principales beneficios del regadío son su capacidad para multiplicar el rendimiento de la tierra y la ampliación del abanico de cutivos. En Extremadura existen en la actualidad unas 170.000 hectáreas de regadío, aunque hay previsiones de incrementar esta cifra al amparo del Plan de Regadíos (PNR).

En los últimos años se percibe en Extremadura y en el conjunto de España una suave tendencia a la desaceleración en el crecimiento anual de los precios.

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