La Dirección General del Catastro ha realizado en los últimos años una auténtica batida en el campo extremeño para tratar de actualizar el valor catastral de las fincas. A día de hoy, según consta en la Gerencia del Catastro, el agro de la comunidad está valorado en algo más de 1.200 millones de euros, lo que supone que el mundo rural extremeño tiene un valor superior, por ejemplo, al que suman los de Galicia y Madrid juntos.

Los técnicos del Ministerio de Hacienda han conseguido actualizar el valor de las fincas de 183 localidades, con lo que 200 municipios extremeños continúan sin renovar su catastro rural.

Esto significa, entre otras cosas, que Extremadura es la comunidad que acumula un mayor retraso, ya que es la única de toda España en la que el volumen de fincas por actualizar es todavía mayor que el ya renovado. En estos últimos años la Gerencia del Catastro ha visitado 142.000 fincas extremeñas, mientras que 175.436 (el 56%) mantienen el mismo valor catastral desde hace una década.

Aún así el mundo rural extremeño tiene una mayor valoración que las ciudades, puesto que su peso relativo en la economía nacional es del 5% por menos del 1% que tienen las urbes. De hecho, el campo extremeño --que a medida que se renueve el catastro aumentará aún más su valor-- cuesta a día de hoy 1.264 millones de euros.

VALOR DE MERCADO Esto supone que el agro de la comunidad tiene un valor equivalente al de Galicia más el de Madrid, o al de la suma de los de Asturias, Cantabria, La Rioja y Canarias, y en el mercado real podría alcanzar un precio de alrededor de 3.000 ó 3.500 millones de euros.

Por lo que se refiere al valor del campo por municipios, Badajoz vuelve a encabezar la clasificación (con 115,6 millones de euros) al igual que ocurre en el catastro urbano. Le siguen en valor rural, por este orden, Don Benito, Mérida, Guareña, Talayuela, Miajadas, Villanueva de la Serena y Coria, todos por encima de los quince millones de euros. Sin embargo, hay que tener en cuenta que hay localidades con gran importancia agraria que aún no han sido actualizados, como es el caso de Cáceres, Trujillo, Coria, Guareña o Miajadas.

La valoración catastral rústica, al igual que ocurre en el caso de la urbana, se marca como objetivo acercarse lo más posible al 50% del valor de mercado. A la hora de marcar su precio catastral se tienen en cuenta diversos aspectos aspectos, como son su localización geográfica, su clasificación de edificabilidad y la cercanía a las infraestructuras.

COMPARATIVA ESTATAL Las tierras de todo el país están valoradas en más de 23.370 millones de euros, y prácticamente la mitad de ese valor se concentra en el campo de Andalucía, Castilla y León y la Comunidad Valenciana. Tras éstas regiones se sitúan Aragón, Cataluña y Extremadura. De esta forma, la región se sitúa por encima, entre otras, de Galicia o Madrid. Baleares tiene el campo menos cotizado, con un valor catastral de sólo 165,7 millones de euros.