La Consejería de Sanidad y Consumo de la Junta de Extremadura trabaja ya en la elaboración de un nuevo modelo en materia de salud mental, que comenzará a aplicarse de manera definitiva el año que viene una vez que el Gobierno regional asuma la gestión de los hospitales psiquiátricos de Mérida y Plasencia, actualmente en manos de las Diputaciones Provinciales. Este modelo incluye la creación en todas las áreas de salud de unidades de hospitalización breve de psiquiatría.

El subdirector de Salud Mental del Ejecutivo extremeño, Miguel Simón, avanzó, en declaraciones a EL PERIODICO, que en breve comenzarán los trabajos para la elaboración del II Plan de Salud Mental, el documento que "dará forma" a la gestión de esta materia. Sin embargo, Sanidad ya tiene claras las bases del modelo. Su plena aplicación, señala Simón, coincidirá con la asunción de las competencias sobre los dos hospitales psiquiátricos "para lo que se mantiene el compromiso adquirido, es decir, hacerlo en el 2006".

El primer paso es que las unidades de hospitalización breve de psiquiatría se integren en los hospitales. Y es que en estos momentos los pacientes de las zonas de Mérida, Don Benito/Villanueva, Plasencia, Navalmoral de la Mata y Coria que sufren patologías que pueden solucionarse con un internamiento breve son trasladados a los hospitales psiquiátricos. "Eso supone una discriminación", reconoce Simón, y el objetivo es corregir la situación con unidades de este tipo en todos los hospitales.

´NUEVOS´ HOSPITALES De hecho, en las obras que se acometen en los centros hospitalarios de Mérida, Plasencia y Llerena "ya se prevé la creación de estas unidades". También en los hospitales se crearán unidades de media estancia y de rehabilitación.

Por lo que se refiere a los hospitales psiquiátricos de Mérida y Plasencia, Simón explica que Sanidad maneja un estudio que revela que en la mayoría de los pacientes "el problema es social, tienen nula patología, son mayores, llevan muchos años ingresados y no tienen conexión con la sociedad". A partir de ahora el objetivo es "que no haya pacientes que ingresen en los hospitales psiquiátricos por causas sociales", lo que implicará la puesta en marcha de nuevos dispositivos sanitarios y sociales, como residencias o pisos tutelados.

En este sentido, Miguel Simón apunta que hasta hace pocos años en la región los enfermos mentales tenían dos opciones: "o eran cuidados por su familia o ingresaban en los psiquiátricos". Ahora la situación ha cambiado sustancialmente "y hay toda una gama de recursos para atenderles, ya sea en residencia, pisos, centros de día...". En cualquier caso aclara que, al menos de momento, "no se plantea el cierre" de los psiquiátricos, que se mantendrán para atender "a pacientes que requieran ingresos muy prolongados".