El trono procesional de plata repujada hecho en los talleres de Sevilla con ocasión del 50 aniversario de la presencia de la orden franciscana en el monasterio, portará a la Virgen de Guadalupe desde su cámara mora hasta el exterior de la basílica, desde donde se oficiará hoy la eucaristía. La patrona lucirá para la ocasión uno de sus tres mantos ricos: el que Isabel Clara Eugenia, hija de Felipe II y embajadora de los Países Bajos, bordó para Ella. Simboliza el canto a la belleza primaveral a través de la infinidad de flores --ninguna igual-- que lo adornan. Bordado en hilo de oro, plata y seda, el manto está ornamentado con abultamientos de perlas que lo convierten en un primor de la bordaduría del siglo XVII.

La Virgen --una talla labrada en madera de cedro, por artista desconocido, a finales del siglo XII-- portará la corona de oro que le fue regalada en 1928 cuando, en presencia del rey Alfonso XIII, fue coronada canónicamente como patrona de Extremadura y Reina de la Hispanidad. La idea de la coronación fue promovida por el que fuera fundador de EL PERIODICO EXTREMADURA, Pedro Segura Sáenz, coincidiendo con el inicio de su pontificado como cardenal primado de España. La corona es de oro, platino y piedras preciosas y finas.

La talla del Papa

Pero, además, durante la misa de hoy se hará entrega de una talla, réplica de la Imagen original, que ha sido labrada en madera de nogal por el escultor extremeño Juan Miguel Oliva Mateos y que el próximo 30 de mayo se regalará a Su Santidad el Papa Benedicto XVI durante la audiencia con el Pontífice, a propósito de la peregrinación interdiocesana que se realizará a Roma, promovida por los Caballeros y Damas de Guadalupe.

En la eucaristía también habrá una ofrenda floral y se estrenará el himno dedicado a la patrona, con letra y música de fray David Ortiz, que a sus 37 años es profesor, organista del monasterio y director de la coral y la escolanía Santa María de Guadalupe. De sus cuatro estrofas destaca ésta: "Los extremeños hace 100 años peregrinaron a este lugar, con su ternura, con su nobleza, con sus ofrendas de pueblo cabal. Y en su memoria, su morenita, que en Guadalupe esperando está".

Ortiz, en declaraciones a este diario, explica las cuatro ideas fundamentales que se han querido transmitir con este himno: "la protección de la Virgen de Guadalupe; que esto es cuestión de extremeños; la labor de los franciscanos en el monasterio; y la invitación a mantener siempre viva la devoción".

Estos serán algunos de los mejores honores que recibirá la patrona en el inicio del año jubilar, que desde el punto de vista religioso implica la concesión de gracias espirituales a los peregrinos. El escenario también contribuirá a ensalzar esa devoción. Iniciado a principios del siglo XIV y elevado a la categoría de basílica menor en 1955, el monasterio (que goza del título de real desde 1340) fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco el 8 de diciembre de 1993.