"En España no está la mitad de la población a favor del aborto y la otra mitad en contra... todos estamos en contra del aborto". Así se expresó ayer en el Parlamento regional el presidente extremeño Guillermo Fernández, que se declaró en contra de la interrupción voluntaria del embarazo y "a favor de que las mujeres --que abortan-- no vayan a la cárcel".

La polémica reforma de la ley del aborto centró una parte del debate parlamentario de ayer, con cruces de acusaciones entre Vara y el presidente del PP, José Antonio Monago. El líder socialista extremeño explicó que esta legislación "intenta siempre respetar la libertad de la mujer a la hora de poder decidir", y pretende ser una norma "garantista y de respeto hacia la mujer", y que "además de producir un aumento de las garantías, también establece una disminución de los plazos respecto de lo que ahora está establecido".

De esta forma respondía a una pregunta formulada por Monago, acerca de su valoración sobre las medidas del Gobierno para evitar embarazados no deseados. Unas medidas sobre las que Vara, según Monago, "tiene que tener muchas contradicciones dada su condición de socialista, de médico y de católico, por este orden", y que han provocado que hasta el momento se haya pronunciado "de manera muy tímida" sobre la reforma de la Ley del Aborto o sobre la libre dispensación de la píldora postcoital.

En su intervención, Monago consideró "aberrante" que para el PSOE, "por encima del derecho de los padres está el derecho de las menores a abortar", lo que supone "una quiebra del sistema de valores". "Es aberrante para quien es médico, para quien es padre, para quien cristiano, para quien tiene sentido común y también para muchos socialistas", aseveró. Lamentó que "la única medida de los socialistas para evitar embarazos no deseados es el aborto, sin consentimiento paterno", por lo que ante esta situación, Monago instó a Vara a que "alce la voz de forma clara y nítida como presidente", y a que "ponga orden entre sus consejerías, que unas dicen blanco y otras dicen negro".

Ante estas declaraciones de Monago, tomó la palabra Vara, quien confesó ser cristiano, pero recordó que España es un país aconfesional. Por tanto "yo puedo ser lo que sea, lo que no puedo es imponerle mis creencias a los demás, que es donde está la diferencia", dijo. Según señaló el mandatario extremeño, el PP practica un "doble discurso", "uno cuando está en la oposición y otro cuando está en el gobierno", y en este sentido aseguró que "tendrá que ser el PSOE el que produzca un nuevo avance en los derechos individuales, con la oposición del PP que cuando vuelva a gobernar volverá a hacer lo que ha hecho siempre: montarse en el carro".

Aclaró Vara que en España no está la mitad de la población a favor del aborto y la otra mitad en contra, porque "todos estamos en contra del aborto", dijo. "Este es un país en el que la mitad está a favor de que las mujeres vayan a la cárcel, y otra mayoría que no quiere que las mujeres vayan a la cárcel, esa es la cruda realidad", remarcó.

"Este país quiere que se respete el derecho de la mujer, y lo vamos a seguir defendiendo por encima de cualquier otra consideración", señaló el presidente extremeño, quien añadió que a partir de ahí, serán los ciudadanos los que "decidan dónde estamos cada uno y quienes respetan a los demás", concluyó.