Unos 100.000 extremeños se han acogido ya al bono social, según datos facilitados por Iberdrola y Endesa, compañías que en conjunto controlan en torno al 85% del mercado eléctrico extremeño. Esta opción permitirá a sus beneficiarios congelar hasta el 2012 las tarifas eléctricas que tenían con anterioridad al 1 de julio pasado.

Son cuatro los colectivos que tienen derecho a él: los clientes con una potencia contratada inferior a 3 kw, los pensionistas de 60 años o más que perciban la prestación mínima por jubilación, incapacidad permanente o viudedad, las familias numerosas, y las familias en las que todos sus integrantes se encuentren en situación de desempleo. El contrato debe ser siempre de una vivienda habitual, estar acogido a la Tarifa de Ultimo Recurso y corresponder a una persona física. Solo en la primera de las situaciones --menos de 3 kw-- las eléctricas conceden el bono social de manera automática. En el resto, tiene que ser solicitado por los propios consumidores.

El Ministerio de Industria calculó en junio pasado que alrededor de cinco millones de familias podrían beneficiarse de esta medida en España (unos 14 millones de ciudadanos) con lo que, proporcionalmente, en Extremadura serían casi 120.000 los hogares, en los que vivirían más de 330.000 personas. Sin embargo, las elevadas tasas de paro y de pensionistas que perciben las pagas mínimas en la región podrían incrementar todavía más estas cifras.

Conforme a los datos de Iberdrola, hasta medidados de agosto eran 68.600 los clientes extremeños acogidos al bono, 24.200 en la provincia de Badajoz y 44.400 en la de Cáceres. Además había otros 4.700 clientes cuya solicitud está siendo tramitada, 1.500 en Badajoz y 3.200 en Cáceres.

En Endesa, los usuarios con bono rondarían los 28.000 en la región, todos en la provincia de Badajoz. En este caso se trata de una estimación a partir de los beneficiarios totales que esta compañía tiene registrados en Extremadura y Andalucía, ya que de momento Endesa no cuenta con datos desagregados por provincias. Sus cifras sí sirven, en cambio, para darse cuenta de una cosa: el bono social se está solicitando poco, ya que la gran mayoría de los que ha concedido hasta la fecha (un 98,4%) pertenecen a quienes tienen contratados menos de 3 kw de potencia en sus hogares, cuya concesión es automática. Del resto, un 1,3% corresponde a pensionistas, un 0,13 % a familias numerosas, y únicamente un 0,02% a desempleados. En este sentido, escasez de información, falta de procedimientos claros o indeterminación de los colectivos con derecho a él han sido algunos de los problemas denunciados por las organizaciones de consumidores en relación a la puesta en marcha de esta medida.

Los clientes que soliciten el bono social empezarán a beneficiarse de él a partir del primer día del mes siguiente a la recepción completa de la documentación acreditativa, según Industria. Si se pierde alguna de las condiciones que dan derecho a él, habrá de ser comunicada a la comercializadora.