La Inspección de Trabajo en Extremadura ha paralizado en el primer semestre del año nueve empresas tras realizar una inspección y descubrir alguna irregularidad laboral. Los últimos datos desvelan que del 1 de enero al 30 de junio ha paralizado la actividad de cinco centros de trabajo en la provincia de Badajoz y cuatro en la de Cáceres. En total, en este período ha realizado 4.721 actuaciones, denunciando 470 casos relativos a la seguridad y salud en el trabajo, con sanciones que superaron los 665.000 euros, y con casi un millar de trabajadores afectados por estas infracciones.

Los sindicatos reiteran que el número de inspectores de Trabajo en Extremadura son escasos y que los que hay no tienen suficientes medios para desarrollar correctamente su labor. En este sentido, el director general de Trabajo de la Junta, Juan Manuel Fortuna, asegura que hay 11 inspectores en la provincia de Badajoz y 9 en la de Cáceres, y que el máximo de plazas establecidas es de 13 en Badajoz y 11 en la provincia cacereña.

Fortuna reconoce que han aumentado las muertes en los centros de trabajo extremeños, como denuncian los sindicatos, pero "comparativamente con otros años los datos no son extraordinariamente malos, aunque no quiere decir que debamos hacer todos un mayor esfuerzo". Afirma que cuanto más inspectores, mejor, pero "la ecuación más inspectores menos accidentes no es del todo exacta, es más complejo", aclara.