Extremadura es una de las cinco únicas regiones españolas que no cuentan con ningún centro público que practique abortos. Es el Servicio Extremeño de Salud (SES) el que se encarga de derivar hasta los de titularidad privada a aquellas mujeres que le solicitan esta intervención, siempre y cuando éstas cumplan con alguno de los requisitos exigidos por la legislación. Posteriormente, también se hace cargo de los gastos de la operación, que pueden oscilar entre los 350 y los 450 euros.

En cuanto a los centros de titularidad privada, en estos momentos existen dos que practiquen interrupciones del embarazo en Extremadura, la clínica Los Arcos, en Mérida, y clínica Guadiana, en Badajoz, con trece y siete años de funcionamiento, respectivamente.

Yolanda Hernández, gerente de ambas, subraya que en este tipo de intervenciones "es muy importante tanto la atención técnica como la atención humana que se dé, porque la paciente llega en una situación complicada. Abortar es la última decisión que toma una mujer".

Una vez que la paciente llega a la clínica --"lo más habitual es que lo haga con su pareja o, si no, de algún familiar", indica Hernández--, se le pide la documentación pertinente y se da comienzo a las pruebas médicas. La primera de ellas es una ecografía para comprobar las semanas de gestación. Más tarde pasa por las consultas de ginecología, medicina general y psiquiatría, además de ser atendida por una trabajadora social y realizársele una analítica. Finalmente, tendrá que decidir qué tipo de anestesia quiere, local o general. Precisamente, de esta elección, y de las semanas de gestación que se lleven, dependerá el tiempo que durará la intervención y, por tanto, la estancia en la clínica.

En este sentido, de las 1.191 intervenciones contabilizadas por el Ministerio de Sanidad en extremeñas a lo largo del 2004, sólo en 14 la paciente pasó la noche en el centro, y en una hubo de permanecer en él al menos una semana. En las restantes 1.176, no se requirió ingreso. "Lo normal es que la estancia oscile entre las dos horas y media y las cuatro", apunta Hernández.

En cuanto al postoperatorio, únicamente "se le dan algunas normas que debe guardar durante los siguientes quince días", declara la gerente de estas clínicas, que añade que éstas cuentan con un servicio de urgencias 24 horas para cualquier incidencia que les pueda surgir, tanto de índole física como psíquica, aunque añade que de estas últimas todavía no se ha registrado ninguna.

En cuanto al aumento de los abortos a mujeres portuguesas realizados en la región, Hernández lo atribuye al "´boca a boca´ y a que Portugal no tiene centros acreditados".

Datos españoles

En el resto de España también son los centros privados los que efectúan la mayor parte de los abortos. En el 2004, las dependencias de titularidad pública asumieron 11.284 interrupciones de embarazo, en tanto que las privadas hicieron 73.701, en los que la usuaria abonó el coste de la intervención (que en algunos casos le fue posteriormente reembolsada). La objeción de conciencia que aducen muchos ginecólogos de los centros públicos explica esta significativa distancia entre unas y otras solicitudes, explican los técnicos.