Informático de formación, Ignacio Cano creó Skydronex hace dos años y medio. Vinculado desde hacía tiempo al «tema aeronáutico» como aficionado, tras quedarse en el paro dar este paso para él resultó «bastante fácil». Tuvo que hacer una inversión considerable, unos 20.000 euros, aunque, precisa, el desembolso inicial para una empresa de este tipo depende mucho de «cómo te la quieras plantear. No necesita gran cantidad de dinero, a lo mejor con tres mil o cuatro mil euros más o menos puedes empezar».

En Skydronex «facilitamos el dron con el piloto para poder prestar cualquier tipo de servicio que se necesite. Nuestros aparatos tienen la ventaja de que se les pueden intercambiar las distintas cargas de pago, entendiendo por ellas las cámaras de fotografía, de vídeo, hiperespectrales…», detalla Cano, que suma ya más de ochocientas horas de vuelo.

Los encargos más habituales que recibe son grabaciones de vídeo o fotografía aérea. También son frecuentes las inspecciones de torres de electricidad, aerogeneradores o placas solares, en las que se comprueba si hay algún problema en estas instalaciones. De la misma forma, trabaja en el ámbito de la seguridad, efectuando «inspecciones de lindes de fincas», si bien aquí las posibles aplicaciones están limitadas por la prohibición de realizar vuelos nocturnos que marca la ley. Drones equipados con cámara térmica podrían emplearse, por ejemplo, para combatir mejor la caza furtiva.

Esta empresa con sede en el Edificio Parque Científico y Tecnológico de Extremadura de Badajoz también ha creado IcarusRPA, una aplicación web «que hemos desarrollado nosotros, pionera y referencia para los operadores. Muestra las zonas con restricciones al vuelo de drones». Está disponible en internet y es utilizable también en dispositivos móviles Android.

Cano, que es presidente de la Asociación de Profesionales de Drones de Extremadura (Prodronex) —«la única asociación de este sector en Extremadura», resalta—, considera demasiado elevada la cifra de operadores que actualmente hay en España, cercana ya a los dos mil. «No hay tanto trabajo realmente», asevera. «Ves muchísimas empresas que echan el cierre», sostiene. En el caso de Skydronex, además de las aeronaves no tripuladas ofrecen también servicios informáticos. «Cualquier empresa que se dedique a los drones exclusivamente no tiene a día de hoy mucho futuro», subraya.