La construcción de los túneles de Miravete recibió el calificativo de obra singular por la orografía de la zona, el empleo del llamado Método Austriaco en su ejecución (uso de explosivos, excavación en dos fases, avance y destroza) y por su envergadura en un trazado de más de 400 kilómetros. Pero, precisamente, la utilización de goma dos acarreó el suceso más trágico en la Autovía de Extremadura, que ocurrió a las 16.30 horas del día 15 de febrero de 1994.

Siete trabajadores de la empresa Cubiertas y MZOV se encontraban en el interior de la boca del túnel izquierdo de la cara norte de la Sierra de Miravete. Preparaban la colocación del explosivo para una voladura controlada, cuando, sin causa aparente, estalló el toro (máquina con una pala delantera cargada de goma dos). Esta detonación se produjo antes de llegar al lugar donde se iba a proceder a la voladura contralada y murieron, al instante, dos barrenistas y un rozador. El cuarto fallecido, también barrenista, expiró durante el traslado al hospital Campo Arañuelo de Navalmoral de la Mata. La tragedia se magnificaba porque los restos de dos de los trabajadores fallecidos se encontraban esparcidos por el área de la explosión. Otros tres operarios sufrieron heridas graves, que curaron en los hospitales 12 de Octubre de Madrid y de Getafe (Madrid).

La conmoción fue absoluta y nadie se explicaba un accidente que se consideraba inexplicable porque este tipo de voladuras se efectuaban con las más estrictas medidas de seguridad. Una de las casetas más alejadas de la boca del túnel sirvió de refugio para el resto de obreros que, entre lágrimas, cabeceaban lamentando el trágico siniestro. La acción inmediata consistió en precintar el túnel para desactivar los restos de goma dos y comprobar que el estallido no afectó a la estructura del túnel.

Tras unos días con las obras paralizadas, los trabajos se retomaron y se concluyó la construcción de dos túneles paralelos de 1.150 metros de longitud con una separación entre ejes de 36 metros. Este tramo de la autovía se dotó de un sistema integral de seguridad, vigilancia y control, que incluye el control de luminosidad, ventilación, acceso, señalización y detención y extinción de incendios. Paralelamente, el Ministerio de Obras Pública no se olvidó del medioambiente y se procedió a ejecutar un tratamiento de recubrimiento de tierra vegetal e hidrosiembra de taludes y plantación de especies arbustivas y arbóreas, y la recuperación de los cauces fluviales.