Aquí en Extremadura somos todos unos pobrecitos". De este modo resume un camionero cacereño la clave de por qué el acuerdo firmado el miércoles entre el Ministerio de Fomento y las patronales, que no convocan el paro, no convence a los camioneros extremeños, que en su mayoría trabajan como autónomos y, por tanto, no se sienten representados por las grandes empresas del sector. "No se tienen en cuenta nuestras reivindicaciones, especialmente la de la tarifa mínima", afirman como base para mantener el paro, que también continúan las asociaciones nacionales Fenadismer, Confedetrans y Antid. Así lo confirman, además, los presidentes de las dos principales agrupaciones del sector en Extremadura: Mario Angel Aza, de la Agrupación Gremial de Transportes de Extremadura (AGT), y Angel Bueno, de la Asociación de Empresarios de Transporte de Extremadura (Asemtraex).

Ambos aseguran que la mayoría de los transportistas extremeños se mantienen en huelga y que sus organizaciones permanecerán en ese estado hasta que sus asambleas --que AGT celebrará hoy en Mérida y Asemtraex el sábado por la mañana en Cáceres-- decidan lo contrario. "Estamos parados por convicción y así seguiremos hasta que no nos escuchen", señala el presidente de Asemtraex a la vez que aclara que esta asociación, pese a estar integrada en la Confederación Nacional de Organizaciones Empresariales de Transporte por Carretera (Conetrans) --que sí apoya el acuerdo con el Gobierno y la consiguiente conclusión del paro-- no respalda el fin de la huelga.

EN LAS CIUDADES Para demostrar su apoyo a la continuidad de su movilización, los camioneros se manifestaron ayer por las calles de Cáceres, Mérida y Plasencia. El único incidente relevante se produjo en la capital cacereña, donde dos de los conductores que participaban en la marcha --que se inició al mediodía y congregó a una veintena de camiones-- resultaron heridos leves por disparos efectuados con una escopeta de balines en la Avenida Ruta de la Plata. Estos hechos, que están siendo investigados por la Policía Nacional, provocaron un enfrentamiento entre varios de los camioneros y la Policía Local, llegando a ser detenido uno de los huelguistas por agredir a uno de los agentes, según fuentes policiales.

Los transportistas, por su parte, argumentaron que los policías locales no atendieron a su solicitud de auxilio por los disparos, sino que les instaron a continuar circulando, por lo que se negaron a continuar con la marcha hasta que el compañero detenido regresara. Una vez que esto ocurrió, después de que se cursara la denuncia correspondiente, la manifestación continuó sin problemas y los dos afectados por los disparos acudieron también a registrar sus denuncias.

Más numerosa fue la concentración de Mérida, donde casi 300 camiones, según los datos facilitados por la delegación municipal de Tráfico, completaron en la mañana de ayer un recorrido por las calles de la ciudad, convocados por la Plataforma en Defensa del Transporte, para exigir al Gobierno que atienda sus reivindicaciones para dar por finalizado el paro. La marcha se realizó a un paso ralentizado, lo que provocó ciertas molestias en el tráfico de la ciudad, si bien la caravana estuvo en todo momento acompañada por los agentes de la Policía Local, que organizaron la circulación de los vehículos, informa D. Barrasa.

En esta manifestación participaron unos 140 camioneros de Vegas Altas y La Siberia, que partieron desde el Centro de Transportes de Don Benito para acudir a su primera iniciativa de presión, ya que hasta ahora no han protagonizado ningún incidente, a excepción de los pinchazos que han experimentado una decena de vehículos. Uno de los organizadores, Eduardo Chamizo, presidente de la Cooperativa de Transportes Vegas Altas, lamentó la situación de su vecinos fruticultores, pero culpabilizó de la misma al Gobierno, alegando que "debería haber adoptado medidas hace un año y ahora tiene que sentarse a negociar", informa M. Martín.

En Plasencia, alrededor de 35 camiones participaron por la tarde en una marcha similar que transcurrió sin problemas, informa M. R. Rey.

En Badajoz, más de cincuenta agentes de la Guardia Civil blindaron el área de servicio de Las Bóvedas, donde los transportistas se concentran desde el domingo, y dieron salida a los vehículos retenidos el día anterior por los piquetes. La presión sobre los repartidores locales fue menos intensa y la tranquilidad dominó la jornada, en la que más de medio centenar de transportistas se concentraron de forma pacífica junto a la comisaría de la Policía Nacional para mostrar su solidaridad a los cuatro compañeros detenidos el miércoles como presuntos autores de arrojar piedras contra un camión en San Fernando. Los acusados pasaron ayer a disposición de la autoridad judicial, que los puso en libertad con cargos informa B. C..