Sin solución de continuidad, las vías extremeñas pasarán de los tiempos de los Beatles a los de Eminem, en un salto en el tiempo de más de tres décadas. Así, poco a poco, los vetustos camellos , las máquinas del modelo 333.3, irán dejando paso a las de serie 598, lo último en trenes diesel, y al entrar en las estaciones los viajeros ya no verán chatos frontales, sino líneas aerodinámicas que recuerdan las del AVE.

Merced al acuerdo entre la Junta y Renfe, los primeros en beneficiarse de la revolución ferroviaria serán los pasajeros de los trayectos que enlazan las tres capitales de la región.

Se acabó el ¿romántico? traqueteo que eternizaba los desplazamientos, y permitía a los viajeros disfrutar del paisaje hasta hartarse. A partir de ya, las vías serán tomadas por unidades compuestas por tres coches --dos motores en los extremos y un intermedio en el centro-- con capacidad para en torno a 180 personas.

En lugar de incómodos asientos, calor o frío, según la estación, y vaivenes de atracción de feria cada vez que el tren cogía una curva, se ofrecerán sillones regulables, climatización y sistemas que anticipan los giros de la vía para adaptar la inclinación del coche. Eso, por no mencionar los modernos sistemas de seguridad, como tres modos independientes de frenado, según las necesidades.

Mayores velocidades

Pero donde los pasajeros notarán más la mejoría será, sin duda, en las velocidades. Frente a los desplazamientos a ritmo de tren del Oeste, donde, en las zonas en las que la infraestructura está mejor, las velocidades rondaban los 90 kilómetros por hora, los automotores del modelo 598 ofrecen velocidades de 160 kilómetros por hora.

Eso sí, que los nuevos vehículos den de sí todo lo que pueden dependerá también del estado de las vías, que ahora no permiten pasar de 50 o 60 kilómetros por hora en muchos tramos, por lo que es imprescindible la participación del tercero en concordia, el Ministerio de Fomento, encargado de asumir una parte importante del arreglo de los trazados.

Sólo con esta combinación se cumplirán expectativas de recorte de tiempos de viaje entre Mérida y Villanueva (13 minutos menos), la capital regional y Zafra (23 minutos menos) y la ciudad segedana y Fregenal (21 minutos menos).

Cierto es que no todos los trayectos disfrutarán de los novísimos trenes. Algunos se tendrán que conformar con los 592-200, trenes remozados y renovados a mediados de los 90, y cuya velocidad punta se sitúa en los 140 kilómetros por hora, lo que no dejará de ser apreciado por los viajeros.