Entre 3.000 y 3.500 personas acudieron ayer a Bótoa, en Badajoz, a despedir a la Brigada Plus Ultra II, cuyos miembros vuelan estos días a Irak. Todos eran familiares de los soldados, pues los actos de despedida, coincidentes con los de la patrona de Infantería, se celebraron en un ámbito estrictamente castrense.

El ambiente estuvo cargado de emoción por la despedida, pero muchos hubieran preferido ver a las autoridades civiles. Ello no fue posible porque Defensa suspendió las invitaciones cursadas por la brigada, tras instar el ministro Federico Trillo al presidente de la Junta de Extremadura, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, a que no acudiera a Bótoa.

El jefe de la Fuerza de Maniobra, Juan Ortuño, presidió los actos y destacó ante las familias que "van muy bien mandados y muy bien formados". Anunció que sólo daría una orden: "Volved todos de una misión de éxito" y les animó a realizar la labor encomendada, "seguir lo iniciado por la Plus Ultra I y hacer su propio cometido".

Ortuño calificó de "histórico" que un cuartel general español mande una misión internacional y que los españoles colaboren con latinoamericanas.

MORAL ALTA El jefe de la brigada, Fulgencio Coll, manifestó que la moral de sus tropas "es alta, creen en la misión", e insistió en que mantendrán las medidas de seguridad. Ortuño, preguntado si Diwaniya y Najaf son objetivos preferentes para terroristas o resistentes, dijo que no tenía noticias de ello.

Por otro lado, Coll leyó en su alocución la carta del presidente de la Junta, que agradeció, transmitiendo "su aliento y afecto en nombre de todos los extremeños, y el deseo de que vuelvan pronto y vuelvan todos". El general afirmó que los mismos deseos le transmitieron todas las autoridades civiles.

En rueda de prensa posterior, el general Ortuño, interpelado sobre la ausencia de autoridades civiles, dijo: "Me he enterado cuando venía por el periódico; en asuntos políticos, nos mantenemos al margen".

RELACIONES FLUIDAS Fulgencio Coll, añadió que siempre han invitado a las autoridades, "las relaciones institucionales son excelentes y fluidas, y desde el punto de vista humano, nos hemos sentido tremendamente arropados, por el presidente de la Junta, el alcalde y por todas las autoridades. Yo, que soy mallorquín, me siento extremeño y en la brigada tenemos una gratitud muy profunda".

Tras la alocución de Ortuño se impusieron las condecoraciones, se hizo el homenaje a los fallecidos y se levantó la formación para realizar el desfile. Los militares y sus familias compartieron un vino de honor antes de volver a sus casas. Ayer partió un grupo de 28 personas hacia Irak; el resto lo hará entre el 10 y el 18.