Los Príncipes de Asturias --don Felipe de Borbón y doña Letizia Ortiz-- no han parado de viajar desde que se casaran el 22 de mayo del año pasado. Siempre juntos y con su mejor sonrisa, hasta que el estado avanzado de gestación de Letizia se lo permitió. A partir de entonces, el Príncipe acudía a los actos oficiales solo, ya que los médicos aconsejaron a la Princesa hacer reposo.

La primera vez que los Príncipes vinieron a la región fue después de llevar seis meses casados y de haber recorrido otras comunidades. Su Altezas estuvieron desde el 9 y hasta el 11 de diciembre del 2004 en Guadalupe, con motivo de unas sesiones de trabajo que organizaba el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) dependiente del Ministerio de Educación, en la villa extremeña. En aquella visita, más de un millar de personas les recibieron con calor y cariño y a pesar de que tenía caracter oficial, la expectación era enorme. Era la primera vez que se les veía juntos en la región.

Sin embargo, la alegría no decayó en las sucesivas visitas y ni el frío ni el calor impidieron a los extremeños acompañar a sus príncipes. La siguiente visita fue por mayo de este año a Mérida. Coincidiendo con el tradicional mercadillo de los martes, doña Letizia y don Felipe hicieron acto de presencia. Entre gritos de "guapos" y "os queremos", los príncipes no paraban de saludar.

Después, fueron a comer con el presidente extremeño, y allí, en la sede de Presidencia, otra vez se repetía la estampa y la reacción: gritos de la gente emocionada por poder verles de cerca y saludos de ellos a todos.

La última visita oficial --el pasado 11 de octubre a Badajoz-- fue diferente, porque acudió don Felipe solo ya que la Princesa tenía un estado avanzado de su embarazo y según fuentes de la Casa Real, "era mejor que descansara". Sin embargo, la gente que esperaba en el Museo Extremeño Iberoamericano (Meiac) no paró de preguntarse por qué no había ido la Princesa. Don Felipe esta vez tampoco defraudó. Saludó a los pacenses y se mostró cariñoso.