En estos tiempos de guerra, los hombres de las tribus quieren hacer honor a su fama de fieros guerreros. Por eso, y siguiendo el ejemplo de Mahoma y la montaña, ya que la guerra no viene a ellos, ellos han decidido ir en busca de la guerra. "Hemos esperado en nuestros pueblos a que vinieran los estadounidenses y nos atacaran, pero como no han venido, hemos viajado hasta Bagdad para que el Gobierno nos mande a luchar al frente", dice Mohsen, un jefe del clan Al Maliki que toma el té frente al hotel de la capital donde se aloja.

A su lado, otro jefe de clan alzaba su berno , que es como los iraquís llaman a los fusiles de caza. En total, ayer había en Bagdad más de 200 notables tribales. Allí, esperando alistar a sus hombres como voluntarios, estaban los jefes de los Al Huseini, los Al Abeid, los Al Fajanji y los Al Saidi, las tribus más importantes de Maizan, una región situada al sureste de Irak, junto a la frontera con el vecino Irán.

ORDEN DE REGRESAR

"Todos los hombres de nuestros clanes quieren ir a luchar contra las tropas enemigas. Cada uno de nosotros tiene en su clan a más de 1.000 hombres dispuestos a morir por Irak", dice Mohsen que, entre la abaya (manto tradicional que cae sobre los hombros), la kufia (el pañuelo que cubre la cabeza), su elevada estatura y un bigote denso como un maizal, responde al prototipo de jefe tribal.

La movilización de estas tribus supondría una inyección de más de 200.000 hombres para las fuerzas iraquís. Sin embargo, el régimen de Sadam Husein no quiere concentrar demasiadas fuerzas en el frente sur para evitar que otros flancos del país se debiliten. Por eso, ha pedido a los jefes tribales que regresen a sus pueblos. "Queríamos ir al oeste a combatir a los estadounidenses, pero el régimen nos ha convencido de que regresemos con nuestra gente, pues antes o después los americanos llegarán a nuestros pueblos", explica un jefe del clan Al Aqaq.

En muchas regiones de Irak, los clanes y las tribus siguen siendo la columna vertebral de la estructura social. Los jefes de estos grupos familiares, que en algunos casos --como los Al Yuburi y los Al Duri-- pueden agrupar a millones de iraquís, se han destacado por ser los más encarnizados defensores de las tradiciones. Para ellos, el honor de la familia y la defensa de la tierra son máximas por las que están dispuestos a matar y morir.

MAS ARMAS

Desde su llegada a la presidencia de Irak, en 1979, Sadam ha tenido en las tribus, a las que distribuye armas regularmente y colma de privilegios, un apoyo capital. En muchas zonas, sobre todo en las rurales, los jefes de tribu imparten justicia y desempeñan funciones policiales.

Estos jefes tribales quieren ahora más armas. "Hemos pedido al Gobierno más fusiles y kalashnikov para defender mejor a nuestros pueblos y nuestro país", dice otro de los jefes tribales. "Estamos dispuestos a todo para defender nuestra patria. Cuando alguien te invade, debes combatirlo y matarlo", sentencia.

Todos estos jefes de tribu son shiís, la confesión mayoritaria en Irak. Su movilización a favor del régimen es una mala noticia para EEUU, ya que los estrategas del Pentágono pensaban que los shiís iban a aprovechar el ataque estadounidense para, como hicieron en 1991, rebelarse contra Sadam.

Durante décadas, el líder iraquí les ha marginado del poder y les ha hecho objeto de una feroz represión. Sin embargo, hasta el momento, la mayoría shií no sólo no se ha rebelado, sino que muchos de sus integrantes se están sumando a la defensa de su país. Las autoridades religiosas han contribuido a esta movilización.

Lo mismo ocurrió ya durante la guerra contra Irán. Entonces, muchos estrategas previeron que los shiís iraquís iban a ponerse del lado de Irán, el gran país shií que representa la punta de lanza ideológica de esta confesión musulmana. Aquellas premoniciones no se cumplieron. Cuando se trata de una agresión extranjera, los shiís han demostrado que son, antes que nada, ciudadanos iraquís.

"Lo más bello de estos días --se solaza un militante baazista-- es comprobar cómo los sunís y los shiís luchamos juntos para defender nuestro país de estos extranjeros que quieren invadirnos".