Tristeza general en todos los sectores de la canasta cacereña. Ese es el sentimiento que predomina desde ayer tras desvelarse de manera definitiva que el Cáceres abandona la Liga LEB y que prácticamente desaparece tras 25 de años de vida. Desde el propio presidente de la Federación Extremeña de baloncesto hasta los aficionados que recargaban las líneas telefónicas de esta redacción preguntando por el futuro del club. Exjugadores, entrenadores, antiguos presidentes... todos ellos utilizaban idéntico término para calificar la situación: "Una lástima".

Cada una de las personas consultadas por este diario argumentaba su versión por la que finalmente el Cáceres ha dicho el adiós definitivo, pero casi todos coincidían en apuntar que "no ha habido sólo un culpable".

DE PRINCIPIO A FIN Tanto el entrenador que subió al equipo a la Liga ACB, Martín Fariñas, como el último en sentarse en el banquillo verdinegro, Ñete Bohigas, sostienen la gravedad de la situación. "El baloncesto no es sólo Pau Gasol. Las estructuras están muertas", se lamenta el de Alcántara. "No quiero ni hablar. Cuando una ciudad se deja escapar primero la ACB y luego la LEB es que estamos haciendo algo mal. Nos vamos a arrepentir" , se queja Bohigas desde Italia, donde dirige a la selección nacional sub´16.

"Con lo que se ha vivido... pero para mantener un club hay que tener un respaldo importante, tanto institucional como empresarial y de la propia afición. Pero lo que está claro es que sin apoyo social es muy complicado", dice Enrique Fernández, uno de los jugadores cacereños que militó en el equipo de su ciudad en su mejor época.

Juan Francisco Luis, que durante varios meses dejó libre su asiento en la grada para pasar a presidir al club, era informado a través de este diario de la triste noticia tras haber estado fuera de la ciudad. "Sabía que tarde o temprano iba a pasar. El Cáceres siempre ha estado con los parches de última hora", dice.

"Las instituciones nunca han entendido el verdadero problema. No era tanto una cuestión de presupuesto, como de liquidez. La reciente sentencia de la farmacéutica ha sido ya la puntilla", señalaba el propio Luis.