España y Alemania han llegado al mismo punto por caminos distintos, recorridos, eso sí, con convicción por los futbolistas, aunque todos coinciden en que los hispanos con mucho mejor toque y fútbol vistoso. Los alemanes siempre son fieles a un estilo, reforzado por los éxitos del pasado, con ligeros matices. España ha sido víctima de una constante falta de identidad, aunque abusando casi siempre de un juego defensivo y poco elaborado. Se ha seguido apelando a la furia pese a que el equipo no respondía a ese viejo sello. Luis ha dejado de lado el físico y ha apostado por el toque, una marca asociada a la escuela azulgrana en los últimos años, con el liderazgo sobre todo y todos de un determinante Casillas.