Acercar la Navidad a los habitantes de las zonas en conflicto. Ese ha sido uno de los objetivos de las actividades que han llevado a cabo los soldados de los destacamentos extremeños que están desplegados en zonas como Irak y Kosovo. Cerca de 2.000 militares pertenecientes al cuartel pacense General Menacho se encuentran durante estas fechas en misiones internacionales del Ejército español.

Tanto en la ciudad iraquí de Diwaniya, como en Istok, en Kosovo, los extremeños han aprovechado las fechas para reforzar sus lazos de amistad con los ciudadanos de las zonas donde se asientan. En Diwaniya, el fútbol español desembarcó en forma de regalos. La brigada multinacional Plus Ultra II , de la que forman parte los soldados procedentes de la base de Bótoa, ejerció de Papá Noel y regaló a los niños de la ciudad diverso material deportivo y otros regalos.

Soldados y oficiales de la oficina de Información y de la Unidad de Cooperación Cívico-Militar repartieron en dos colegios de la zona camisetas donadas por el Sevilla Club de Fútbol. "Las camisetas han sido regaladas por el club sevillista para el programa Unidos por el deporte ´ que ha establecido la brigada para ayudar a la integración y al desarrollo de las relaciones", explicó a Efe el coronel Carlos Herradón, de la oficina de información militar en Diwaniya.

En Kosovo, los integrantes de la Agrupación Extremadura también quieren hacer partícipes de sus tradiciones navideñas a los habitantes de la zona. Como en cualquier hogar extremeño, en Base España no faltan los tradicionales belenes, algunos con una gran imaginación en su diseño e incluso uno de ellos viviente, como el instalado en la ciudad de Osojane, que a determinadas horas se escenifica con la participación de una treintena de soldados y un gran despliegue de medios.

"Aunque estemos lejos de las familias, no olvidamos que el sacrificio que significa separarse de los seres queridos quedará compensado con el hecho de que otras familias, de este castigado pueblo, puedan tener un respiro en sus desgracias y la esperanza de volver a vivir en armonía con los suyos", señala el coronel Martín Aragonés.

REYES MAGOS ESPAÑOLES La jornada en Diwaniya se inició muy temprano. Los militares se desplazaron a primera hora de la mañana de Navidad a dos colegios de Diwaniya, uno que atiende a niños sordomudos y otro de discapacitados intelectuales, donde decenas de niños les esperaban.

Junto a las camisetas, que extendieron la alegría entre la población, diverso material escolar, una mochila, juguetes, dos raciones de comida, gorras y una decena de balones de fútbol, baloncesto y balonmano.

"Esta ayuda humanitaria ha llegado al Ejército desde diferentes vías y en diversos momentos, y ha sido canalizada por la organización humanitaria Mensajeros por la Paz", presente en Irak desde el fin de la guerra, detalló el comandante Herradón.

Unas horas antes, los militares de la Brigada ´Extremadura XI´ habían celebrado estas entrañables fechas con un menú especial de cena en el comedor, que se convirtió en una gran fiesta donde reinó la alegría, los cánticos, y planeó la nostalgia impulsada por la lejanía del hogar. En la mesa no faltaron productos de la tierra.

La euforia se desató durante el discurso que el jefe de la Brigada Plus Ultra, el general de brigada Fulgencio Coll --general de la brigada ´Extremadura XI´ y comandante de la provincia militar de Badajoz--, dedicó a sus tropas.

El toque culinario extremeño tampoco faltó en Kosovo. Surtido de ibéricos de la tierra y turrón de Castuera acompañan siempre los variados menús que degustan los soldados que se encuentra en esta zona desde el pasado mes de septiembre. El presidente de la Diputación Provincia de Badajoz, Juan María Vázquez, ha enviado más de 600 kilos de turrón de Castuera, fabricado por las empresas Rey y Dos Hermanos, para endulzar la Navidad a los soldados.